Yo formé parte de un ejército loco.
Nuevamente el director Rodrigo Fernández Engler sitúa la lente de su cámara sobre el conflicto bélico de las Islas Malvinas para traernos Soldado argentino sólo conocido por Dios. En la cinta conoceremos a dos jóvenes cordobeses, los cuales son enviados a una de las guerras más absurdas de la historia mundial: la Guerra de Malvinas. Allí conocerán el horror del que es capaz el ser humano y la heroicidad de la gente común.
Soldado argentino sólo conocido por Dios está basada de forma muy vaga en un hecho real: la leyenda del soldado Pedro. Según este mito, cuando Argentina perdía la batalla de Puerto Argentino, y de esta forma irremediablemente la guerra, un soldado vernáculo decidió hacer frente a la embestida inglesa, aguantando todo lo que pudo mientras el resto de los combatientes argentinos emprendía la retirada, resistiendo hasta la muerte, y siendo enterrado como un NN en las islas.
Hay varias versiones sobre esta misma leyenda, pero el común denominador entre todas ellas es la heroicidad de Pedro –nombre puesto por los ingleses–, una especie de súper soldado argentino que hizo frente a todos y murió como héroe (o superhéroe).
El director tomó esta fábula para su película, teniendo como base solamente la leyenda en sí misma, y agregando los personajes y demás. Si bien los combates plasmados en pantalla existieron y el mito es cierto, todo el resto es fantasía.
La Guerra de Malvinas afectó no solamente a los combatientes, sino a todo el pueblo argentino en general. Un tema muy bien trabajado y planteado durante la trama, tanto en las escenas de combate como en los igualmente logrados momentos dramáticos más íntimos y personales. Sin caer en el golpe bajo o sentimentalismo fácil, un gran acierto por parte de su director.
Conclusión:
Soldado argentino sólo conocido por Dios es una buena propuesta bélica nacional. No esperen ver demasiados combates -de hecho casi no hay- pero los plasmados en pantalla están muy bien realizados. La cinta tiene un buen ritmo, los actores componen personajes interesantes –y sobre todo creíbles– y el enfoque de Fernández Engler sobre este conflicto bélico termina resultado acertado.