La guerra de Malvinas ha sido fuente de varios relatos del cine nacional, pero hasta ahora ninguna había reposado la mirada con tanta precisión como ésta en el día a día de aquellos soldados que fueron obligados a ir a luchar sin quererlo.
Rodrigo Fernández Engler despliega visual y técnicamente la batalla en la que este soldado desconocido pierde la vida, con algunas escenas bien logradas, pero al dividir el relato en dos instancias, una sobre la presentación de personajes y la guerra, y otra sobre una pesquisa por el soldado que no se conoce el paradero, y no contar con actuaciones verosímiles en esta segunda parte, todo se desmorona.
“Soldado Argentino Solo Conocido por Dios” podría haber sido el filme definitivo sobre esa guerra a la que cientos de miles de jóvenes fueron obligados a ir, pero por su débil guion y decisiones cuestionables, terminan por hacer zozobrar la propuesta.