Adriana tiene todo para ser feliz: dos hijos adolescentes y un marido que la quieren y el sueño cumplido de la casa de verano en la que se están instalando. Sin embargo, cuando Juan, su marido, tiene que volver a la ciudad por cuestiones de trabajo, algo cambia. En soledad Adriana emprende un camino de introspección que la lleva a preguntarse si está viviendo la vida que quiere.