Chico conoce chica, pero chica ya tiene novio. Esta es, básicamente, la trama de What If?, la nada novedosa pero igualmente encantadora comedia romántica que tiene como motores de arranque a un disfrutable Daniel Radcliffe y a una adorable Zoe Kazan, que ya venía de robarnos el corazón con la fantástica Ruby Sparks. Al igual que la siempre presente 500 Days of Summer, el punto de encuentro en el film de Michael Dowse es la sorprendente conexión que comparten en pantalla Radcliffe y Kazan, él como un estudiante de medicina todavía llorando su última relación y ella una vivaz diseñadora y artista que se encuentra en una relación duradera con un novio algo mayor que ella.
La historia romántica de siempre cobra un nuevo y vibrante sentido a partir de un guión filosísimo de Elan Mastai, que utiliza la química de su pareja protagónica para apoyarse en una serie de personajes secundarios hilarantes y situaciones aún más descabelladas y graciosas. No se puede pasar por alto que muchas de estas situaciones involucran los estallidos de locura de la parejita de amigos de ambos interpretados por los ascendentes Adam Driver y Mackenzie Davis, que están a punto de reventar en pantalla y entrar en las grandes ligas. Sus Allan y Nicole tienen el desacato y la ligereza que Wallace y Chantry no poseen, y se pueden considerar los mejores momentos del film cuando ellos están presentes.
Hay algo muy genuino en la manera de atravesar la historia, incluso en sus momentos más expositivos y comunes del género, donde la novedad se diluye en pos de situaciones conocidas, pero con un ligero toque de innovación. Radcliffe está en su salsa con nuevos papeles alejados del joven mago y Kazan parece haber nacido para hacer comedias románticas alternativas, una versión menos edulcorada de Zooey Deschanel que no genera ahogo con su incipiente rareza y ojos gigantes. Sumando los factores de un gran ojo de Dowse para hacer de Toronto la Nueva York de turno con sus lugares más importantes e intentar ganarle al cinismo del espectador, What If? es una pequeña joya que devuelve las esperanzas del amor contra el cínico y te despide con una sonrisa de lado a lado.