Polos opuestos
“Solo el Amor” es una película nacional romántica y musical dirigida por Andy Caballero y Diego Corsini (Solos en la Ciudad, Pasaje de Vida). Ellos también se encargaron del guión junto a Yamila Saud (Hipersomnia), actriz que comparte el protagónico con Franco Masini (El Clan, Inseparables). Filmada en la Ciudad de Buenos Aires, completan el reparto Facundo Gambandé, Bautista Lena, Andrea Frigerio, Gerardo Romano, Josefina Ramírez y Victorio D’Alessandro.
La historia se centra en Noah Langdon (Franco Masini), un joven cantante que, con sus amigos Eric (Facundo Gambandé) y Danny (Victorio D’Alessandro), tiene una banda de rock llamada “Beso Cósmico”. Una mañana, Noah está apurado por llegar al garaje para ponerse a ensayar por lo que inevitablemente termina chocando con la abogada Emma Salomé (Yamila Saud), tirándole todos sus papeles. Noah queda maravillado por la belleza de Emma y, gracias a que sin darse cuenta se quedó con uno de sus expedientes, puede volverla a ver e invitarla a un bar donde Beso Cósmico hará una presentación. El comienzo de una relación amorosa se verá truncado por la repentina fama de Noah, que desde que tiene como mánager a Maia Levin (Andrea Frigerio) causa furor tanto en la prensa como en cada lugar al que se dirige.
Las películas nacionales para adolescentes son casi inexistentes, en especial si tenemos en cuenta el aspecto musical. “Solo el Amor” viene a llenar este vacío en el género, sin embargo lo hace de la peor manera posible. La cinta tiene un exceso increíble de clichés que, sumado a lo idiotas que resultan los personajes, solo consigue que sea imposible tomársela en serio. Por otro lado, los guionistas copiaron descaradamente elementos de “Diario de una Pasión” (The Notebook, 2004): sin ir más lejos, el protagonista se llama Noah, la chica adora pintar pero lleva una vida estructurada debido a su estricto padre y los dos provienen de “mundos diferentes”. Incluso en cierto momento del filme se hace referencia a esa película, lo que deja aún más claro que cada vez hay menos inspiración y originalidad.
En cuanto a la dirección, el film luce más como un videoclip súper extenso que un largometraje en sí. Esto era de esperarse si tenemos en cuenta que Andy Caballero es reconocido por haber dirigido más de 150 videos musicales. El problema no es la banda de sonido, sino cómo se la utilizó en la trama. Al no tener tanto contenido por narrar, las escenas en las que Noah practica con su guitarra se vuelven repetitivas y monótonas, aparte de que la edición no es fluida ni por asomo.
Para colmo, la química entre Franco Masini y Yamila Saud no da resultado. Los actores no dan buenas interpretaciones, aunque hay que tener en cuenta que es muy complicado sobrellevar un guión tan pobre e inverosímil. Sus personajes son extremadamente planos e ingenuos, además de que toman decisiones erróneas que hacen que la poca simpatía que les teníamos se pierda.
Párrafo aparte para la ridiculez que constituye Andrea Frigerio en el filme. La actriz, lookeada con una peluca rubia platinada corta e impoluto traje blanco, se la pasa hablando en una combinación de inglés con español cero creíble que solo da gracia por lo bizarras que son todas sus escenas.
Empalagosa y sin creatividad, “Solo el Amor” únicamente será aceptada por niñas de 13 y 14 años que sean fanáticas de Masini. Para los demás, la cinta será otra historia de amor mal desarrollada que pasará directamente al olvido.