Al mismo tiempo que En primera plana, en los Estados Unidos se estrenó también este film sobre periodismo, otra vez basado en un caso real. Aquí de lo que se trataba era de una noticia que no era cierta pero fue puesta al aire como tal, y las consecuencias que tal decisión tuvo para los involucrados. La noticia era la posibilidad de que George W. Bush hubiera evitado sus deberes militares en Vietnam, algo que finalmente se reveló como falso. El film, con bastante precisión y sin ceder (del todo) a la necesidad del drama, muestra cómo funciona ese delicado sistema de contrapesos, de chequeos y de contrachequeos que implica el auténtico periodismo de investigación, un universo que -suele creerse de modo erróneo- pasa por un campo de negociación entre interesados. Lo mejor del film consiste en que los actores parecen realmente personas con las que podríamos hablar en el mundo que vivimos, y de hecho Cate Blanchett, en estado tenso pero humano, está mejor aquí que en Carol, donde sobreactúa cada gesto. Otra cosa interesante es que Redford parece en su salsa, lo que también es un valor para esta película.