Detrás de Spotlight.
Truth posee una debilidad argumental que le ha quitado popularidad y que ha hecho que en su momento fuera eclipsada por la gran ganadora del oscar, Spotlight: su trama no es lo suficientemente controversial. Está basada en un hecho verídico y es una película impecable en todas su aristas, pero no posee la contundencia suficiente como para impactar en forma masiva. Trata, lisa y llanamente, de una investigación orientada a descubrir si George W. Bush finalizó o no su instrucción militar, lo que claramente es interesante pero no escandaloso.
El mundo de la noticia queda al desnudo en esta oportunidad. Truth quizás no cuente una historia impactante, pero expone al periodismo y al corporativismo mediático en el contexto de la política con enorme talento cinematográfico y un reparto sin desperdicios. Es un placer extraordinario ver a Kate Blanchett y a Robert Redford compartir la pantalla grande, lo que sin dudas se constituye como el mayor mérito del filme, aunque no el único.
Truth es, quizás, la película que un profesor de periodismo prefiriera enseñarle a sus alumnos para resumir los gajes del oficio. Es una gran propuesta en su género, muy bien guionada, dirigida y actuada. No es tan impactante como Spotlight, pero vale la pena de principio a fin.