Es difícil no relacionar en forma directa a "Truth" con "Spotlight". Las dos han sido estrenadas en fechas similares y en ámbos casos se trata de equipos periodísticos de medios de alto impacto que han avanzado en investigaciones complejas, de las que dejan marca. En "Spotlight", la cuestión era en un tabloide y el rival, la iglesia.
Aquí el juego es contra un político republicano (Bush hijo en 2004), quien supuestamente habría evitado , gracias a sus poderosas influencias, ir a cumplir servicio a Vietman, en tiempos complicados para Estados Unidos... Traigo esta referencia porque ambas películas comparten un contexto real, que potencia la velocidad y fuerza de la trama, pero a la vez, restringe y contiene a sus protagonistas (excepto la brillante e indomable Cate Blanchett que todo lo puede) dentro de los márgenes de la historia real.
Sí, podemos hablar de drama político y sentarnos a debatir el poder de los medios a la hora de influenciar a la opinión pública... pero lo cierto es que lo que juzgamos aquí es si el producto es entretenido y la cinta ofrece algo atrayente para el público. ¿Hay intriga? Seguro. La cuestión es, ¿cuánta adrenalina produce una situación así?
Digo esto porque es interesante plantearse que los dramas de "oficina", no distan mucho de estas recreaciones de hechos verídicos que se disfrazan de thrillers. No señores, hay que prestar atención. Este es un hecho biográfico hecho y derecho. Y eso le juega en contra. A pesar de los esfuerzos de uno de los responsables de la excelente "Zodíaco" que este director, James Vanderbilt, escribiera allá por 2007. Algo sucedió en el guión, que encorsetó el film, sellando su suerte y definiendo un camino que logra transmitir los hechos, como en un documental, dejando poco lugar para la emoción pura y las esperables vueltas de tuerca que hacen las delicias de las audiencias.
Y "Truth" no logra sentirse una propuesta integral visceral, por más esfuerzo y carisma que le pongan Blanchett y el legendario Robert Redford. Los dos (productor y conductor) son el eje que organiza y asume los riesgos de avanzar con una investigación de gran impacto para la opinión pública. Ellos manejan un noticiero prestigioso (en CBS, nada menos que "60 minutes") y cuando reciben la información de unos archivos comprometedores para Bush, se lanzan a la exclusiva con ferocidad, sin medir riesgos ni responsabilidades. El resultado, es "Solo la verdad", un registro prolijo de una historia que no posee mucho peso específico y cuyo mayor resultado es el aporte coral de un puñado de buenos actores (Topher Grace, Dennis Quaid, Stacy Keach) que muestran algo de cohesión para transmitir los riesgos de una investigación en contra de un poderoso dentro del Establishment.
Vanderbilt propone un recorrido sin demasiadas sorpresas que de a ratos, interesa. El problema es que no hay fuego que perdure demasiado: todos sabemos que sucede cuando a los políticos se los acusa de algo, terminan libres a pesar de no ser inocentes. En Argentina, y en el resto del mundo, todos somos concientes de cuál es el final de la historia. Lo cual, no es nada bueno. "Truth", previsible y secuencial, con aceptables actuaciones y un clima que prometía más, pero no cumplió.