Este thriller francés va cambiando de tiempos y de geografías para armar una violenta historia policial con origen y consecuencias inesperadas. Con Valeria Bruni-Tedeschi, Denis Menochet, Laure Calamy y Nadia Tereszkiewicz. Estreno en cines argentinos.
Un policial negro con una estructura narrativa que cambia de tiempos y de protagonistas varias veces, SOLO LAS BESTIAS es un oscuro relato acerca de las más extrañas conexiones que pueden derivar en hechos trágicos y violentos. El director de WITH A FRIEND LIKE HARRY y NOTICIAS DE LA FAMILIA MARS y su guionista habitual Gilles Marchand se basan en la novela «Seules les bêtes«, de Colin Niel, y arman un tipo de relato que traerá recuerdos, en términos de estructura al menos, al PULP FICTION, de Quentin Tarantino o a BABEL, de Alejandro González Iñárritu, ya que aquí se nos van presentando eventos que parecen no tener nada que ver entre sí pero que terminan conectándose de las maneras menos imaginables.
El primer episodio está centrado en Alice (Laure Calamy), una enfermera que vive en un pequeño pueblo francés con su marido Michel (Denis Menochet, el actor de la inolvidable escena inicial de BASTARDOS SIN GLORIA), un campesino un tanto tosco y, en apariencia, agresivo. La mujer tiene un affaire con Joseph (Damien Bonnard), uno de sus pacientes, un hombre que parece tener algún tipo de problema psiquiátrico, además de un perro fiel. Y su marido sospecha que algo está pasando entre ellos.
Pero el mundo del pueblito está conmovido más que nada por la desaparición de Evelyne (Valeria Bruni-Tedeschi) y todos están pendientes de las noticias que llegan por televisión y de la investigación policial. El cadáver de la mujer en un momento aparecerá (ya verán cuándo, dónde y cómo) generando nuevos inconvenientes pero que no ayudan a descifrar qué pasó con ella. Una segunda historia –previa en el tiempo– se centrará en Marion (Nadia Tereszkiewicz), una joven camarera que tiene un affaire amoroso con la tal Evelyne, una que empieza de un modo tórrido pero luego se empieza a complicar.
La película hará un giro extraño hacia otro tiempo y espacio ya que seguiremos los pasos de un tal Armand (Guy Roger “Bibisse” N’drin), un joven de Costa de Marfil con deudas que se dedica a hacer estafas online. Y la historia luego retomará a uno de los personajes que vimos previamente pero ya desde una perspectiva y situación bastante diferentes. En plan «todo conecta con todo», el drama de SOLO LAS BESTIAS se irá cerrando en sí mismo hasta convertirse en un inesperado y trágico policial dominado por las confusiones.
Más allá de algunas coincidencias de guión que bordean lo excesivo (una de ellas, especialmente), la trama en sí funciona bastante bien y, por más absurdas que parezcan las conexiones que se arman en la historia, no se trata de uno de esos caprichos excesivamente forzados a la CRASH, de Paul Haggis. Moll (que hizo esta película en 2019 y ya tiene una nueva que pasó por el último Festival de Cannes) logra darle bastante credibilidad a la historia gracias, también, a una media docena de personajes con problemas, inconvenientes y reacciones convincentes.
Es una historia plagada de malos entendidos, personajes complejos (ninguno es necesariamente oscuro ni violento pero las circunstancias los llevan hacia allí), enredados dramas románticos y mucha pero mucha mala suerte. Y la conexión entre todos ellos hará que lo que cuenta SOLO LAS BESTIAS sea lo suficientemente atrapante para generar un producto ingenioso y también bastante inteligente que, por momentos, hasta sorprende.