La bellísima y carismática Katherine Heigl es una nueva estrella hollywoodense que luego de algunos trabajos aceptables en comedias románticas (27 bodas, Ligeramente embarazada), ha decidido arriesgarse un poco más. Sin apartarse demasiado de esa línea, se ha involucrado hace poco en la fallida Asesinos con estilo y ahora en Sólo por Dinero, buscando roles con mayor exigencia física. La realidad es que aquí volvió a elegir mal, no solamente porque el personaje de Stephanie Plum, heroína de una exitosa saga literaria, no le sienta en lo más mínimo –especialmente por su escaso glamour-, sino además por la endeble adaptación del trío de guionistas y la directora Julie Ann Robinson. El material presuntamente brillante de la escritora Janet Evanovich, cuyos libros tienen miles de seguidores en los EE.UU. y su protagonista es una suerte de referente femenina, no alcanzó para armar una aceptable comedia, si es que eso se propusieron.
Si es que existía algún ingenio en la historia de esta inexperta y pulposa cazarrecompensas, sólo se aprecia en un par de diálogos, el resto del film es un insípido producto romántico-policial que no atrae ni divierte y en el cual la Heigl trata de demostrar dotes para la acción y sólo trasunta incomodidad. Y el elenco que la acompaña deambula por la pantalla con roles poco aprovechados.