Hace tiempo que no me aburría tanto en el cine. Siempre trato de encontrarle la vuelta, incluso a películas de géneros que no son mis favoritos. Lo más extraño de este caso, es que entré a la sala esperando, al menos, pasar un buen rato, pero no fue el caso.
El planteo es el siguiente: Stefanie Plum (Katherine Heigl) está en bancarrota. Sin trabajo y sin pareja, debe encontrar alguna manera de sostenerse. Así llega a esta agencia de caza-recompensas, cuyo trabajo consiste en atrapar a personas buscadas por la justicia, a cambio de un 10 % de la fianza. Por supuesto, ella elige como primer “proyecto” a quien más paga: Joe Morelli (Jason Mara), un policía, acusado de asesinato, que casualmente fue su noviecito en secundaria.
Lo encuentra sorprendentemente rápido, considerando que ignora todo lo referente a investigaciones, pero claro, él es policía, y sabe escaparse. Por ello, Stefanie decide entrenarse, comprar un arma, y en su búsqueda del prófugo, se va acercando a la verdad del caso por el que está acusado.
Los realizadores de la película (la directora es Julie Anne Robinson) evidentemente se confiaron en la belleza y simpatía de Katherine Heigl, único pilar de esta comedia, pero no alcanza. Ya en el afiche se anuncia que esta es una “película-de-Katherine-Heigl”. Desde que la chica se hizo famosa en la serie Grey’s Anatomy, y salió a hacer películas, ha ido eligiendo comedias románticas como 27 bodas, Ligeramente embarazada, y otras que han funcionado bien. Ya con la fama hecha, parece haberse echado a dormir, y optó por esta película que la tiene como estrella, pero no le da un guión que la apoye. Todo serán sus risas, muecas, miradas. Y sí, queda linda en pantalla, pero no es suficiente.
La palabra que se me ocurre para definir este film es “inconsistente”: una historia que no lleva a ninguna parte. Ni siquiera llega a cumplir con el género de comedia romántica, porque no se define, quiere virar hacia el policial, con una trama de thriller y una historia que desenredar, pero tampoco llega a ser una comedia de acción. Hay algunos momentos un poco más graciosos, como las escenas familiares, que podrían ir hacia un humor tipo Mi gran casamiento griego, pero no lo hacen, y además son escasos en el total de la película.
Así, las risas escasean, la acción es torpe e indecisa, y los minutos, sobran.
Esta claro que, desde esta página, no estamos para decirle a nadie lo que debe ver o lo que no. Comentamos las películas que vimos, y cada lector lo tomará como recomendación, si le parece. Por eso, para quienes decidan ir a verla, sólo les aconsejo que vayan bien descansados. Sino, lo más seguro es que termine en una siesta.