Algo de misterio, frivolidad y lucha de sexos
OMara, D. Suniata, J. Leguizamo, D. Reynolds, S. Shepperd, D. Monk. Imagínese a una joven contratada para enfrentar peligrosos delincuentes que, llegado el momento de los tiros, se pone a revolver el bolso buscando su pistola como otras buscan el celular que está sonando a los gritos. Ella anda sin plata, agarró un trabajo como cazadora de recompensas, y ahora debe aprender el oficio, vengarse de un viejo noviecito, decidir otra cosita de carácter amatorio, y, ya que estamos, atender unos casos policiales que preocupan a la ciudad.
Así es como imaginó a su personaje la novelista Janet Evanovich, y se mandó 18 novelas al hilo, todas éxito de venta en supermercados y librerías. Ahora se juntaron la actriz, y acá también productora ejecutiva, Katherine Heigl («La cruda verdad»), la directora televisiva Julie Annie Robinson, las guionistas Stacy Sherman (autora del corto «Goodnight, Vagina»), Liz Brixius (libretista y directora de «La enfermera Jackie») y Karen Ray, e hicieron una versión cinematográfica de la primera novela de la serie.
El resultado no es nada del otro mundo, pero tiene su lado interesante. Se trata de una comedia femenina de acción policial, misterio, vulgaridad y lucha de sexos, dirigida, escrita y protagonizada por mujeres. De contrapartida o complemento, han puesto dos facheros light como objetos de uso, algunos tipejos como blanco móvil, y un detalle sentimental: la chica tiene en su agenda un primer amor que se burló de ella pero la sigue atrayendo, y un experto en armas con aires de rudo protector. También tiene un hamster. Como se sabe, los hamsters son una gran compañía nocturna. Aparte, tiene familia, amistades callejeras poco presentables, y un Buick que en la película es de 1970 y en la novela es un acorazado de 1956.
Esta diferencia automovilística molestó a muchos lectores de la novela original, que claman al cielo desde internet. Claman también por el acento de Katherine Heigl, que debería hablar como nativa de New Jersey pero a veces se olvida. Y por el personaje de la abuela, que luce medio tonta. Como no leímos la novela, ni tenemos oído para el acento newjersiano, y además quien hace de abuela es la querida Debbie Reynolds («Cantando bajo la lluvia», «Tammy», 69 años al momento del rodaje), por acá no hay mayor motivo de queja. Se pasa el rato y a otra cosa.