Leo (Peter Lanzani) vive como puede, de lo que consigue, ya sea legal o no. Ahora se encarga de filmar a una amiga teniendo sexo con clientes adinerados, para luego extorsionarlos. Pero todo cambia en su vida cuando el último de estos hombres está involucrado en la venta de una fórmula con un peligroso empresario. Como testigo de un crimen, deberá escaparse por las calles de Buenos Aires, en los lugares más insólitos, mientras busca la manera de salir de este problema con vida.
Hoy nos toca hablar de Sólo se vive una vez, un film argentino que ya desde el elenco no puede dejar indiferente a cualquier espectador; una mezcla de actores nacionales (provenientes del drama, films serios o comediantes) con otros intérpretes internacionales y con bastante renombre, tanto que asombra verlos en un producto local.
Hay películas que ya desde el diseño del poster nos avisan cómo tiene que prepararse el espectador antes de entrar a la sala de cine. En este caso si uno veía el afiche y luego el tráiler, sabía que Sólo se vive una vez es de esas cintas que nunca se toman en serio a sí mismas; más aun si tenemos en cuenta que se trata de una comedia de acción.
Si uno entra en este juego, se va a divertir; además de que cada actor está bien en su rol, por más pequeño que sea su personaje, al grado de tener sus cinco minutos para lucirse.
Pero también hay que hablar de las cosas negativas que nos presenta el film, siendo la mayor de ellas ciertos excesos que dejan en claro que estamos ante un producto argento. Y eso se logra haciendo abuso de malas palabras e insultos, que en algunos momentos suenan graciosos pero en otros ya saturan y aburren, más si el espectador no es de Argentina.
Otro factor en contra es que si bien estamos ante una comedia de acción y que todos hicieron bien en no tomarse el proyecto demasiado en serio, en más de una ocasión algunos actores ya exageran esto último y casi que les falta guiñar a cámara luego de un chiste; chistes que encima no son tan efectivos y que en medio de esa catarata de gags pasan sin mucha gracia.
Pese a todo, los intérpretes tienen el suficiente carisma como para sacar adelante una película que quizás en manos de otros hubiese sido vapuleada por todos lados. Teniendo en cuenta esto, y que es una trama pensada honestamente para divertir, la mayoría que vaya al cine a verla va a pasar un buen momento.