Queremos al Russell Crowe heroico, emprendedor a la hora de la aventura y ganador en los frentes de tormenta. Por supuesto, sostenemos dentro del marco de nuestra cinefilia a su Maximus de Gladiator y, quizá con más entusiasmo todavía, a su Jeffrey Wigand, aquel que combatió a las tabacaleras desde su trinchera de principios en The Insider. Sin embargo, debemos permitirnos un gesto de disgusto ante este flojón caballero que se nos presenta en este nuevo opus.
No es un mal intento el que emprendió Hollywood con esta remake de ese buen policial francés que fue Pour Elle, en el que un hombre del común emprende una vertiginosa carrera por sacar a su esposa de la cárcel, presa por un crimen del que él la considera inocente.
En The Next Three Days (retitulada en Argentina en referencia a la última parte del relato) lo que vemos es el complejo derrotero que enfrenta este antihéroe metido a salvador, que debe emprender un duro camino para intentar la fuga de su esposa de una cárcel y un contexto delictivo que le complica las cosas más de lo que suponía.
Crowe no luce sólido en el personaje que le tocó en suerte en este opus irregular. La marcación parece débil, apenas poniendo el acento en cierta inseguridad, pero por breves momentos, como en chispazos de lucidez para un guión demasiado rutinario y que sigue tan al pie de la letra la fórmula del éxito que se vuelve insípido e insuficiente a poco de comenzar.
Aunque no está del todo mal logrado el perfil del hombre de a pie enfrentado a una aventura que no sabe afrontar, hay, en ese punto, apenas un mínimo destello de atractivo en más de dos horas de cinta, lo que puede encontrarse alguna pequeña luz de un faro que sin embargo no marca bien el rumbo y se pierde en sus propios giros.