Un gran regreso a los cines del director Paul Haggis (Crash).
Solo tres días es un muy buen film de suspenso que va a contramano con la mayoría de las cosas que se hacen actualmente en Hollywood.
No sólo presenta un elenco excelente donde todos los actores están bien aprovechados, sino que el director se preocupó por construir bien los personajes.
Haggis no intentó hacer una remake de El Fugitivo, sino que desarrolló un relato que entretiene y permite que el espectador se pueda conectar con las emociones que viven los protagonistas.
Russell Crowe no interpreta a un clásico héroe de acción. En este caso es un profesor universitario que nunca tuvo problemas con la ley y tiene que recurrir a medidas extremas cuando descubre que por la vía legal no puede ayudar a su esposa, quien cumple una condena por un crimen que no cometió.
Es muy interesante ver a Crowe, quien interpretó a tipos duros que enfrentaban todo tipo de adversidades, en este personaje que es mucho más vulnerable y se tiene que endurecer a los golpes para lograr su objetivo.
En esta película está brillante y me atrevería a decir que es la principal razón por la cual no se debería dejar pasar este estreno.
Su personaje vive cambios importantes a lo largo del film y esa transición del profesor que conocemos en las primeras escenas al hombre que vemos al final de la trama está muy bien trabajada por el director y el propio Crowe.