Aprendiendo a ser padre
Todas las películas de Sofia Coppola tienen una impronta propia, con temáticas recurrentes: la belleza, la angustia, el aburrimiento, la frivolidad, protagonistas femeninas, mujeres aburridas frente al mundo que las rodea y que les es ajeno, dejando entrever aspectos de la personalidad y la vida de su misma creadora.
Sin dudas con su última película, Somewhere, en un lugar del corazón, se hace más evidente que nunca la referencia a su intimidad, al vínculo con su padre y a lo difícil que es ser “hija de” alguien de la talla de Francis Ford Coppola, con fama y reconocimiento en el mundo del espectáculo. Aquí por primera vez nos encontramos con un protagonista masculino que representa una suerte de alter ego de su padre. De este modo, nos presentará la cotidianeidad de un tal Johnny Marco (Stephen Dorff), un joven actor exitoso tanto en sus films como con las mujeres que lo siguen a todos lados y que se le “regalan” vaya a donde vaya, sin importar que esté con su joven hija.
La película comenzará con un ritmo lento en el que asistiremos a los largos planos fijos de sus vueltas en auto de carrera, a la interminable coreografía erótica de las mellizas rubias que siguen sus rutinas a pesar del sueño de su cliente. Esta fría monotonía de relaciones superfluas, sexo con desconocidas y fiestas insomnes se verá interrumpida luego de muchos minutos por el primer diálogo del film, cuando se dará finalmente la aparición de la hija del protagonista, interpretada por Elle Fanning. A partir de este momento, irá creciendo paulatinamente la velocidad de la acción, los planos serán cada vez más abiertos y, al mismo tiempo, se irá afianzando el vínculo paterno-filial. Se nos hará evidente que el guión y el ritmo de los acontecimientos serán un reflejo del estado psicológico del protagonista.
Somewhere se muestra desde un primer momento totalmente distinta a las anteriores películas de su directora, quien en esta oportunidad decidió ubicarse en otro lugar, usar un lenguaje despojado de la riqueza visual y musical a la cual nos tenía acostumbrados y contarnos fragmentos de una historia simple y claramente autobiográfica. Seguramente no debe ser fácil la vida de Sofia, con un padre con una profesión tan demandante como la de cineasta. Tampoco fueron simples para ella sus comienzos en el mundo del espectáculo: su carrera como actriz no se vio favorecida en nada por su apellido y las duras críticas que recibió la obligaron a abandonarla tempranamente. Se le ha cuestionado además su frivolidad por ser diseñadora de una marca de ropa y por el punto de vista adoptado en el film Maria Antonieta, en el cual la historia pasa a tercer plano y se prioriza la soledad y el aburrimiento de esta joven reina que vivirá en el lujo desmedido rodeada de desfiles de vestidos, zapatos y objetos rococó.
Se podrán decir muchas cosas en contra de la joven Coppola, pero lo cierto es que sus films son composiciones excelentes que tienen una impronta muy personal, con una fotografía y una selección musical exquisitas, y que no dejan de renovarse en cada nueva producción.