Sofia Coppola tuvo un comienzo prometedor como guionista/directora de sus primeros films "The Virgin Suicides" y "Lost in Translation", los cuales le permitieron sacarse de encima el peso de ser "la hija de" y afianzarse como un realizadora independiente con futuro. Luego llegó la pretenciosa "Marie Antoinette" que no logró demasiado reconocimiento, salvo por ciertos valores de producción como el vestuario (ganó un Oscar en esta categoría) y dirección de arte.
En su cuarto trabajo, retoma el estilo de "Lost in Translation" al presentar la historia de otra estrella de cine solitaria y perdida. Johnny es un actor famoso que lleva una vida superficial y rodeada de excesos... alcohol, pastillas, mujeres, éxito y dinero. Esta vida aislada y despreocupada cambiará cuando aparezca su hija de 11 años, con quien mantiene una relación distante.
Al igual que en "Lost in Translation", tenemos al "movie star" solitario (Stephen Dorff en lugar de Bill Murray), alojado en un hotel de una gran ciudad (Los Ángeles y Milán en vez de Tokio) y enfrentado a una relación que lo ayuda a cambiar (Elle Fanning en lugar de Scarlett Johansson).
Aquí se opta por un enfoque minimalista y chato que no ahonda en ninguno de los conflictos centrales (la soledad del protagonista y la relación padre-hija) y dedica minutos a largas tomas con poco diálogo que muestran a sus protagonistas en diferentes situaciones semi improvisadas (ferrari, pole dance, patinaje, maquillaje, guitar hero, helado, ping pong).
"Somewhere" tiene momentos logrados (que evidencian el talento de esta directora), tiene dos personajes interesantes y bien actuados (a cargo de Stephen Dorff y la hermana menor de Dakota Fanning, Elle), y tiene un gran trabajo de fotografía (a cargo de Harris Savides, habitual colaborador de Gus Van Sant). Pero considerando que Sofia Coppola recibió el Oscar a Mejor Guión Original por "Lost in Translation", esperaba un trabajo más profundo, no tan vacío.
"Somewhere" fue galardonada con el León de Oro en el último Festival de Venecia. Un premio polémico debido a que el jurado fue encabezado por la ex-pareja de la directora, Quentin Tarantino. Para muchos (me incluyo), un reconocimiento no merecido.