No, no y no. No basta con querer ser efectivo para construir una historia que habla sobre la integración desde un lugar en donde la corrección política deja su lugar a los gags y bromas más retrógradas que se han visto en el cine desde hace tiempo.
Inexplicablemente Javier Fesser, realizador de las maravillosas “El milagro de P. Tinto” y “Mortadelo y Filemón contra Jimmy Locuaz” se pone tras las cámaras de una película obvia, sensiblera, aburrida, que atrasa y mucho sobre un entrenador de baskqet que debe cumplir una probation con un grupo de personas con capacidades diferentes. Inentendible cómo le quitó a “Todos lo saben” la posibilidad de representar a España en los próximos Oscar.