Todo comienza con una discusión entre Marco y el primer entrenador de un reconocido equipo de básquet, con el cual trabaja, por diferencias de perspectiva en cuanto a la resolución del juego. Es así como el protagonista tomará unas copas de más para calmar las penas y el enojo y terminará chocando (dos veces) con un vehículo policial. Para no ir a la cárcel, la jueza le propone cumplir con horas comunitarias entrenando a un equipo de básquet compuesto por personas con discapacidad intelectual. Un desafío para ambos bandos.
“Somos Campeones” es de esas películas que desde el comienzo uno ya sabe cómo se va a desarrollar, porque si bien la trama es algo original, sigue una fórmula preestablecida que vimos en infinidad de películas. Es de aquellas cintas que empiezan con un protagonista que no quiere hacer una tarea en particular ni relacionarse con ciertas personas y que poco a poco ese vínculo va creciendo y cada uno va aprendiendo del otro. Es de esos largometrajes deportivos de superación personal y colectiva.
Pero particularmente en este film no influye tanto que uno sepa de antemano cómo se va a desenvolver la trama, porque acá lo más rico son los personajes y el guión que se eleva de esa fórmula para presentar gags efectivos que harán reír al espectador en varios pasajes de la historia. En primera instancia, tenemos personajes con reales discapacidades intelectuales, generando esa misma inclusión propuesta en la cinta. La película está hecha para divertir al público y lo logra con creces, porque nunca se sabe con qué va a salir cada uno de los personajes. Se ríen de los demás, pero por sobre todo de ellos mismos. Pero además del entretenimiento, “Somos Campeones” también consigue conmover, porque nos encontramos con historias de superación, donde queda demostrado que no hay límites o que muchas veces nosotros mismos nos imponemos ciertos obstáculos. Asimismo, los protagonistas nos enseñan sobre la amistad, lo verdaderamente importante en la vida y a quitarle peso a ciertas frustraciones o pérdidas que podemos ver como tales si no miramos el vaso medio lleno, para aprender a disfrutar.
Tal vez algunas subtramas más personales no están tan abordadas o se las trata de una forma un poco forzada, pero igualmente el resultado final es muy fructífero.
En cuanto a los aspectos técnicos, no tenemos mucho despliegue visual, pero sí una predominancia de colores vívidos que van en consonancia con la historia que se quiere contar de optimismo y superación. La música tiene una presencia constante y algo monótona, pero logra marcar el ritmo de la comedia y a subrayar los momentos o diálogos más bizarros e hilarantes.
Con respecto a las interpretaciones, nos encontramos frente a un elenco coral protagonizado por diez actores debutantes sin experiencia. Esto permite que la película obtenga una mayor pureza, realismo y frescura por parte de los actores, acompañados por quien toma el rol principal, Javier Gutiérrez, que ha trabajado en series y films no solo de España sino también de Estados Unidos (como “Assassin’s Creed”). No solo hacen una buena labor individual con cada línea que les toca decir, sino también se amalgaman de gran manera como equipo. Ofrecen diversión y ternura.
No por nada “Somos Campeones” es la película elegida para representar a España en los Premios Oscar. Es un film que, si bien puede ser predecible y seguir al pie de la letra una fórmula establecida por cintas del mismo estilo, nos ofrece una historia tan divertida como emotiva (sin caer en lugares comunes ni lacrimógenos o condescendientes), con unos personajes excepcionales que dejarán un mensaje optimista y de superación para todos aquellos que tengan la oportunidad de encontrarse con esta pequeña gran trama.