Llamar pelicula a este intento de comedia, resulta generoso. Es peor que su predecesora (que ya es mucho decir) porque aqui ni siquiera se cuenta con la sorpresa de los cuarentones jugando a ser chiquilines.
El penoso "guion", esta compuesto por una sucesion de escenas y gags para "el lucimiento" de Sandler y compañia, mas preocupados por pasarla bien rodando que por entretener a la audiencia. No hay chistes que funcionen, ni la escatologia, ni los dobles sentidos. El punto mas bajo en la alicaida filmografia de Adam Sandler.