Los adultos se divierten
Usando como excusa un día en la vida de un grupo de amigos, "Son como niños 2" apela a todo tipo de situaciones disparatadas para entretener al espectador. Si bien, la ausencia de una historia concisa o algún tipo de desarrollo en los personajes resulta perjudicial para la trama, las continuas locuras realizadas por los protagonistas terminan generando una película dinámica, desquiciada y sumamente graciosa.
La película tiene como fortaleza rendirse de forma honesta y sin concesiones a su manera de hacer comedia. Para ello emplea todo tipo de chistes, ya sean gags físicos o escatológicos. Aunque la efectividad de algunas escenas se vea afectada por un exceso de utilización en imágenes generadas por computadora, la verdadera gracia de las secuencias proviene del absurdo de las situaciones. Incluso, la abundancia de personajes secundarios con sus diversos estereotipos, ayuda a cuantificar la cantidad de chistes por escena. Probablemente el ingenio de la película no sea su fuerte, pero la efectividad en la realización de los gags es lo que mantiene al espectador entretenido. Toda la historia, es una instancia graciosa tras otra y eso es lo que hace a la experiencia muy disfrutable.
No obstante, el problema en "Son como niños 2" radica principalmente en la ausencia total de alguno tipo de desarrollo en la historia. Durante toda la trama se generan distintos tipos de conflictos los cuales a pesar de tener su potencial, ninguno se emplea con gracia o ingenio. Historias como la de kevin Spade y su nuevo hijo o Adam Sandler y su posibilidad de tener un cuarto bebe, solo se presentan en una escena como ejes de conflicto para ser rápidamente resueltos momentos después con un simple diálogo. De igual manera, la demencia y el delirio impuesto en muchos pasajes de la película, terminan creando una historia enérgica y desquiciada que no le teme al ridículo y apuesta continuamente a la risa contagiosa del absurdo.