Adam Sandler tuvo en su momento la posibilidad de convertirse en una gran estrella de la comedia norteamericana, hacerse de un nombre que perdure en el tiempo y ser un referente a la hora de la risa asegurada. Logró asociar su nombre a un puñado de comedias (algunas más logradas que otras pero todas por lo menos efectivas) que mezclaban lo zafado con un tono familiar y/o romántico, lo cual aseguraba un público amplio.
Pero en sus últimos regresos a la pantalla no pareciese sacar otra conclusión que la de dilapidar ese “prestigio”, quizás buscando adaptarse a los nuevos tiempos de la comicidad más al límiite del buen gusto, más propicia a los chistes subidos de tono y en busca de lugares “inapropiados”, lo cierto es que se lo nota incómodo en este registro, al igual que a todos sus compañeros en este secuela del éxito de 2010.
La cosa es así, "Son como niños" se transformó rápidamente en la película más exitosa en la carrera de Sandler, y aunque ella podía marcar el punto de quiebre entre sus películas aceptables y el resto, el hecho de reunir a un cast de actores cómicos, que marcaron a una generación (norteamericana) en una misma propuesta, lograba no muchos pero sí algún momento gracioso y rescatable, junto a un argumento que rescataba esos valores familiares propios del Sandler de "Click", "Como si fuese la primera vez", o "Un papá Genial".
El problema con esta secuela es que, más que ser un producto claramente hecho con el sólo propósito de la recaudación (lo cual dio resultado en USA), "Grown Ups 2" parece un trabajo sin ideas, que repite la fórmula de la anterior pero no tiene “el gancho” de aquella, donde la innovación es mínima.
El argumento, es la excusa de ver cómo siguen los personajes antes conocidos (menos Roy Schneider), con Sandler ganando en protagonismo. Luego de instalarse en el pueblo natal y reencontrarse con los amigos de la infancia, Lenny se sorprende ahora al ver que la historia se repite con los hijos de ellos, poniendo el foco en los sucesos escolares; lo cual tambien ayudará a recordar sus tiempos escolares y encontrarse con personajes de aquella época.
Eso es todo lo novedoso, el resto son escenas que transcurren con mayor o menor gracia pero sin hilo conductor entre sí, con el grupo (al que hay que sumar a David Spade, Chris Rock, y Kevin James) comportándose como infanto-adultos, los hijos repitiendo la experiencia, y las esposas en el mismo papel de quejosas de antes. Las situaciones son menos graciosas que en la primera parte y en un punto surge algo de cansancio, en los actores y el espectador.
Pero también es cierto que hay un público que reacciona positivamente a estas películas, que concurre a una sala para ver a Sandler y Cia. hacer lo mismo una y otra vez sin importar las razones del por qué, y a este público está dirigida "Son como niños 2", y para ellos puede que se trate de un film menor pero no hay que dejar de reconocerle que es eficaz y cumple con continuar la franquicia dentro la línea esperable