Si Adam Sandler, Chris Rock, David Spade y Kevin James no fueran grandes cómicos, este film sobre la amistad y la madurez sería básicamente insufrible. Su director, Dennis Dugan, ha logrado buenas cosas con Sandler (la genial No se metan con Zohan, sin ir demasiado lejos) pero aquí la capacidad de invención cómica está por debajo de la capacidad tanto de los intérpretes como del director. Paso en falso simpático ocasionalmente gracioso.