Son como niños 2

Crítica de Lisandro Liberatto - Alta Peli

Adam Sandler y compañía vuelve a hacer de las suyas en la secuela de uno de sus peores films. ¿El resultado? Una película poco original, poco divertida y poco graciosa.

Y… ¿Dónde está el guión?

Generalmente en esta parte de la crítica me esfuerzo en detallar un poco más allá de la sinopsis oficial de que la película, para que el espectador tenga una mejor idea de lo que se va a encontrar. Pero en el caso de Son Como Niños 2 creo que eso no hace falta, ya que la sinopsis la define perfectamente. Aquí les va: “Después de mudarse con su familia de regreso a su ciudad natal para estar con sus amigos y sus hijos (N.d.R: esto ocurre durante la primera película), Lenny (Adam Sandler), descubre que entre los antiguos y los nuevos bravucones, conductores de autobús esquizofrénicos, policías borrachos sobre esquís y 400 colados a una fiesta de disfraces, a veces ocurren situaciones locas.”

Si… exactamente de eso “trata” la película.

Por amor al cheque

En el año 2010, de manera inexplicable, Son Como Niños se transformó en la película más exitosa de la carrera de Adam Sandler. Aunque luego de ver el film uno no logre entender como ocurrió esto, puedo suponer que la presencia de actores de comedia medianamente famosos y alguna vez graciosos como el propio Sandler, Kevin James, Chris Rock, David Spade y Rob Schneider hizo que el público acudiera a las salas a la espera de un producto digno y a la altura de las circunstancias. Lamentablemente, ese no fue el caso.

Hoy, tres años después, llega Son Como Niños 2. Lejos de intentar corregir los errores del film anterior y entregar un producto más o menos decente, Sandler se limitó en juntar a todos sus amigos (a excepción de Schneider) y ponerlos en diferentes situaciones divertidas… o mejor dicho, humillante.

Son Como Niños 2 no tiene ningún tipo de valor cinematográfico, la trama de la película es casi nula. La misma consta de escenas encadenadas entre sí que al final del día intentan tener algún tipo de sentido. Algunas de ellas son graciosas, pero la gran mayoría son deprimentes. Sin lugar a dudas este es un nuevo punto bajo para Sandler, quien (ahora más que nunca) pareciera haber hecho esta película por el simple hecho de cobrar un importante cheque. Ya quedó en el pasado la época en que el bueno de Adam nos hacía reirá con films como Billy Madison, Happy Gilmore o incluso Un Papá Genial (en mi opinión donde comenzó a dar el giro hacia la mediocridad). Inclusos sus últimos buenos trabajos ni siquiera fueron de su factoría, como ocurrió con Punch-Drunk Love (2002), La Esperanza Vive en Mi (2007) o Funny People (2009). Aquí da la sensación de que tanto Sandler como el resto del elenco aceptaron el trabajo de mala gana y luego se divirtieron un rato en el set para finalmente volver a sus casa y gastar la plata que ganaron por pasearse desnudos frente a la cámara, o por dejarse orinar por un ciervo, o por eructar, o por tirarse gases, y la lista sigue y sigue…

Me encararía hablar mas sobre la película en sí, pero llamar a esto una película es un insulto a quienes todos los días se sientan a escribir o pisan un set de filmación.

Conclusión

Es más que evidente que la razón detrás de un film como Son Como Niños 2 es entretener, pero es realmente muy difícil de lograrlo cuando se entrega un producto hecho para el beneficio de los actores involucrados y no de la gente. No caben dudas de que Sandler y compañía se divirtieron un buen rato filmando la película, y es una verdadera lástima que esa diversión no logre ir más allá de la pantalla hasta llegar al espectador.