Sonic

Crítica de Alan Prince - CineFreaks

Corriendo a la mala fama.

¿Qué tienen en común Pikachu con Sonic? ¿Que ambos forman parte del universo de Nintendo? Sí, seguramente, pero no es eso. ¿Que tuvieron sus adaptaciones a la gran pantalla? Casi, casi, pero no apunto a eso. ¿Que a pesar de ser adaptaciones gamers uno esta más asociado al animé y que tanto uno como el otro rompieron con la maldición de llevar a la gran pantalla sus respectivas áreas? ¡Exactamente!

Si bien hubo adaptaciones que no resultaron tan horrendas, ninguna se compara con las de ambas personajes.

En el caso de Sonic, la adaptación a la pantalla grande era una asignatura pendiente. Si bien hubo algunos amagues en los 90, me cuesta imaginar lo que hubiese sido en aquel momento una película del erizo azul.

Por suerte y gracias a los avances en efectos especiales pudimos disfrutar de Sonic en el cine. Luego de su controvertido rediseño (¿estrategia de marketing?) las expectativas eran altas por un lado, aunque algunos desconfiaban un poco que parte del rediseño era una excusa no sólo para atraer más publico, sino también para disfrazar la posible historia poco atractiva que brindaría.

Afortunadamente el rediseño ayudó y mucho, la historia correcta y sumado a los easter eggs junto al equilibrio entre comedia y acción debo decir que Sonic es una adaptación digna de ver.

Más allá del diseño de Sonic, sobre el cual me voy a explayar más adelante, me pongo de pie para aplaudir a Jim Carrey que, pese a diferír del aspecto del Dr. Eggman (Mostachon para los que seguían la serie a mediados de los 90), brindó su faceta de comedia como en los viejos tiempos.

Por otro lado, James Marsden, el protagonista y sidekick de Sonic, no estuvo mal y se sintió que el lento desarrollo de su personaje en la trama tuvo como finalidad no eclipsar al erizo y está bien. El tipo obedeció a rajatabla lo que exigía el guión.

Alabo, por un lado, que después de ver numerosas películas donde los personajes de color siempre están emparejados con alguien de color, en esta ocasión eligieron a Tika Sumper como su esposa.
Por último y no menos importante, la película captó en esencia lo que era Sonic en el videogame: energético, optimista y gracioso por momentos. Los easter eggs afines a la velocidad, sean de Flash, Rápido y furioso, Máxima velocidad y Quicksilver de los X−men (excelente escena la del bar) fueron muy bien colocadas.

Tal vez objete que por momentos no le hubiese venido mal una pulida al CGI de Sonic, aunque eso no quite que las ventas en los peluches del erizo se disparen, en especial su versión infantil.

En resumen, Sonic es una propuesta que ofrece la dosis justa de elementos del videojuego además del argumento del filme (no así la espantosa Need for speed).

Quédense en sus butacas que esto sigue y ruego que la taquilla acompañe porque una presunta secuela va a dejarlos con ansias de más.