Estado mental. Estado de la mente que suele tener altibajos y debilidades. O esos momentos en donde uno es mas sensible a unas cosas que a otras y tiene las defensas bajas por lo cual es fácilmente influenciable (“estos no son los droides que estaban buscando”). Quizás porque estaba en un estadío mental débil o porque precisaba diversión de manera desesperada (el mundo se viene abajo con el Coronavirus, la economía se va al garete, los auspiciantes pagan menos, etc) es que tomé a Sonic, la Película y la abracé con alma y vida. Ok, no creo que sea la mejor adaptación cinematográfica de un videojuego hecha en toda la historia del cine pero, guau, es re divertida. Y es curioso que Jim Carrey no sea lo mejor del filme aunque tiene un puñado de escenas hilarantes (palabra desubicada para el estilo de este portal pero, rayos, no encuentro mejor sinónimo). El meister está veterano y fuera de forma (a mas de 20 años de sus tiempos de gloria de La Máscara y Ace Ventura) pero algunas de sus improvisaciones son muy buenas. Sin embargo (y aunque parezca mentira) es la gracia innata de Sonic y su sociedad accidental con James Marsden lo que lleva adelante la película.
Si usted vive en Marte, le cuento que Sonic es la mascota de Sega. Como el caso de Super Mario Bros con Nintendo, fue un videojuego fatto in casa que se convirtió en un furor de ventas y volvió al personaje en el símbolo de la marca. Sonic tuvo su cuota de adaptaciones en series animadas y este es el debut live action. Sí, la gente protestó al verlo flaco y musculoso pero ahora se parece mas al del videogame, gracias al rediseño digital y 5 millones de dolares de gasto extra que no estaban contemplados en el presupuesto original.
En sí Sonic the Hedgehog no cubre ningún sendero virgen. Todo es un pastiche de reciclados – básicamente es E.T. (con otro alien bonito y simpático) mezclado con The Flash, Hombres de Negro, la camaradería de Arma Mortal y hasta unas gotas de Quicksilver de los X-Men -, pero hecho con mucha gracia. Los libretistas de esto – que sacaron adelante una premisa imposible y crearon una película potable; Pat Casey y Josh Miller, nombres a tener en cuenta en un futuro – tiraron todo por la borda sabiendo que cualquier historia con un erizo humanoide azul, velocista y parlante iba a sonar como una pavada, y decidieron irse al pasto sin tomarse nada en serio. El caso mas obvio es el final en donde el gobierno decide olvidarse de la existencia de Sonic y compensa a Marsden y esposa … con un pase de 60 dolares a un spa de lujo.
Pero es el humor desenfadado del erizo lo que mantiene a flote la cinta y la hace hasta recomendable. Consideren esto como una versión ATP de Deadpool con otro tipo bocón que se la pasa haciendo chistes de cultura pop (¿drones asesinos?; pensar que Amazon tiene pensado entregar paquetes con cosas como éstas!) y ridiculeces de todo tipo, como cuando un vehículo robótico del doctor Robotnik persigue a Sonic y Marsden, los tipos lo hacen explotar y se vuelve cada vez mas chico cada vez que lo destruyen, o la locura en un bar texano en donde Sonic copia al toque el gracioso efecto de gente paralizada en el aire al estilo Quicksilver en X-Men: Dias del Futuro Pasado.
Mientras que los diálogos internos de Sonic son consistentemente graciosos, el que anda tibio es Carrey. El tipo viene de una racha de malos años en lo personal, con una novia suicidada con una prescripción de pastillas a su nombre, cosa que casi mandó al garete su carrera. Se lo ve viejo y agotado, y como el libreto le da carta blanca para improvisar, no toda la verdura que vende el tipo da en el blanco, aunque Jim va entrando en calor a medida que avanza la película. Sin dudas éste es un comeback valido considerando el éxito inesperado del filme, el cual superó todas sus expectativas.
Para película estúpida y divertida vea Sonic. Anoten también en la lista de talentos a seguir a Jeff Fowler, el director, un tipo que hizo un corto animado en el 2004 y casi se gana un Oscar, el cual es responsable del gran timing comico del filme. No, no es Shakespeare, pero es superior a la media… y te deja tan buen gusto en la boca que hasta la volvería a ver.