Abuelos piolas
Artie (Billy Crystal) era el relator oficial de un equipo de béisbol, hasta que fue despedido. Ahora, sin ocupación y listo para jubilarse le surge un viaje con su esposa que lo distraerá: cuidar a sus nietos.
Los niños en cuestión fueron criados de acuerdo al manual de corrección política que no pocos estadounidenses llevan a la práctica. Básicamente se trata de estimular a los chicos, evitar darles un "no" como respuesta, consentirlos en todo para no traumarlos, etc.
Obviamente, Artie y su mujer Diane (Bette Midler)son de la vieja escuela y se les hace algo difícil y poco comprensible el método que su hija decidió usar para criar a sus hijos. El chiste entonces consiste en ver como el viejo matrimonio, y en especial Artie, confrontan con las nuevas formas de educación.
El filme apuesta a la fórmula de comedia familiar que, en este caso, no esquiva la crítica. Cualquiera que haya estado en los EE.UU. habrá notado cierta histeria que hay en torno a los chicos y el cuidado exagerado que hay por complacerlos, que va más allá del natural que debe tenerse. Exagerados por demás, los yankis se las ingenian para convertir algo natural en un hecho tipificable en el código penal, al punto que un padre no puea darle un chirlo a su propio hijo. En una escena del filme se ve a Crystal a punto de darle una nalgada a uno de sus nietos ante una horrorizada platea que pareciera estar viendo una foto de la bomba atómica en Nagasaki. Pero como el filme no es tan jugado, la nalgada no se ejecuta.
Se traa en definitiva de una comedia honesta, sin dobles intenciones, pasatista y efectiva, con sólidas actuaciones en los roles protagónicos, a cargo de veteranos en el oficio.