¿Y al espectador quien lo salva?
¡Uff!... no sé quien asesoró tan mal a semejante grupo de actores para participar de una basura cinematográfica como esta. "S.O.S. familia en apuros" es tan mala que el espectador termina asqueado de tanto dulzor artificial y odiando un poco más a este sub género tan poco feliz llamado comedia familiar. Es básicamente una mezcla bastante rústica de "Más barato por docena" (esa en la que Steve Martin tiene 12 hijos traviesos) con "La familia de mi novia" (con Ben Stiller y Robert De Niro), es una comedia en la que se juega con las interacciones familiares y las diferencias generacionales entre sus miembros. La trama presenta una familia tipo del siglo XXI que lleva una vida muy moderna, con muchos compromisos laborales, con tres hijos medio bobos que se la pasan haciendo actividades "indoor" y con una agenda educativa basada en la excelencia, la disciplina y la psicología infantil. El problema se suscita cuando al matrimonio le surge un viaje y no consiguen a nadie con quien dejar a sus hijos, nadie más que los padres de la mujer (Marisa Tomei) con quienes sostienen una relación bastante dificultosa por las diferencias en materia de personalidad y educación de los hijos. Los abuelos interpretados penosamente por Billy Crystal y Bette Midler, son dos veteranos flexibles, relajados, mientras que el matrimonio compuesto por Marisa Tomei y Tom Everett Scott es sofisticado, disciplinado y con un sentido del deber ser bastante importante. Toda la película se tratará de hacer humor con estas diferencias generacionales sin lograr el objetivo, aburriendo al público y hasta molestándolo. El guión es tan básico que hicieron parecer poco divertidos a dos comediantes legendarios como Crystal y Midler. La dinámica de "echemos moco y después nos reconciliemos con toda la cursilería a mano" es de lo más obvia y poco efectiva que he visto en un largo tiempo. Hay varias situaciones absurdas que no aportan nada al film, como por ejemplo una escena en el baño en la que Crystal acompaña a su nieto a hacer caca y termina cantando mientras un vagabundo baila con su cabeza al compás de la canción... para el olvido!
Es obvio que hay un público para este tipo de producciones, sino no las seguirían haciendo, el tema es que no logro entender que le ven de interesante o divertido. La entrada al cine no es de lo más barato por estos días, asique si querés un consejo sabio, no la malgastes en esto.