Soy de cuarta.
El mercado de films adolescentes se ve nuevamente expuesto con esta nueva propuesta, es el caso de Soy el Número Cuatro, una producción de Disney, al igual que los últimos productos que vinieron llegando del país del norte como la saga Crepúsculo, encontramos acá otro relato sobreexplicado, a prueba de no permitir en el espectador tener la posibilidad de individualmente ligar las conexiones argumentales que se presentan.
Es así como, el numero cuatro, representa al cuarto ser de otra galaxia que vino a la Tierra a vaya uno a saber que…
Hay dos bandos, que por lo visto no tuvieron mejor idea que hacer lo mismo, llegar aquí, pelearse eternamente, unos buscar el dominio del mundo y otros esconderse por años, hasta que, al ser descubiertos, pelear y seguir haciéndolo. En fin, una vida de constantes mudanzas, cambio de identidades, donde llegado un punto nace un amor.
Alex Pettyfer interpreta a John, el jóven número cuatro, quien al perecer su antecesor, su pierna comienza a adquirir temperatura en uno de sus tatuajes o marcas. Este episodio indica que él sería el próximo en correr con la misma suerte. Es allí donde el personaje toma conocimiento en tiempo record de quien verdaderamente es, realiza una especie de entrenamiento y luego se dedica a huir durante el resto de trayecto y enfrentarse a quienes venían buscándolo por todo el planeta. Tampoco se escapa de una subtrama colegial, donde tiene lugar la clásica historia del fuerte y el débil, y la chica que empieza a prestar atención hacia el que defiende al estudioso.
De D.J.Caruso, director de aquella burla a Ventana Indiscreta de Hitchcock denominada Paranoia y la excecrable Control Total (Eagle Eye), no había mucho mejor resultado que esperar.
No me atrevería a indagar sobre la verosimilitud del relato, no es necesario, luego del plomazo que resultaron al menos para mí estas casi dos horas de duración.
Dentro de los rubros técnicos, los efectos especiales tampoco tienen mucho de especial, tenemos inclusive a un monstruo referencial a un velociraptor, trasladado en una jaula que parece alquilada del parque jurásico. La música es la típica de bandas ignotas a integrar una compilación para adquirir algún tipo de notoriedad si es el caso que el film sea un éxito.
Misteriosamente tambien será exhibida en cine Imax, oportunidad para la cual pueden preparase para ver este despropósito y formato por iguales, de gran magnitud.