Después de los créditos
José Martínez Suárez se enamoró eternamente del cine con poco más de 5 años, en su Villa Cañás natal. Fue asistente de dirección de emblemáticos y reconocidos directores del cine argentino, dirigió sus propias películas y por su taller de clases pasaron cientos de cineastas y actualmente es Presidente del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Martínez Suárez es de esos directores que no sale en tapas de diarios y revistas, no se pasea por alfombras rojas ni sube a los escenarios a hacer gala de su conocimiento. Soy lo que quise hacer es la historia de un joven de 90 años con mucha pasión por el cine y que se ganó el respeto y admiración dentro de la industria cinematográfica.
En poco más de hora y media vamos a transitar su infancia en Villa Cañás, su recorrido en la realización de un puñado de películas, su humor ácido: en una de las primeras escenas las directoras Betina Casanova y Mariana Scarone le preguntan “¿Quién le gustaría que viera esta película sobre usted?”, y el director responde “Que mi lápida diga: no se acostó con todas las mujeres que quiso, que la lean y piensen ese hombre era bueno”.
Soy lo que quise ser es un homenaje en vida (como debiera ser siempre a grandes exponentes) con elementos del documental tradicional, pero con la posibilidad de entre entrevistas, archivos y documentos poder contar con su protagonista. Lo valioso de escuchar a Martínez Suárez y ver el proceso del rodaje, nos permite observar en el detrás de cámara cómo no se cansa de ser una autoridad del cine. Y no hace falta el premio sobre una repisa para ganarse ese nombre. Él mismo se reconoce como un técnico, un artesano de la imagen. Eso lo convierte en un hombre de cine.
Posiblemente nos falte conocer un poco más de ese director cuando las cámaras de apagan, saber encontrar aspectos no conocidos del director, y no ahondar tanto en diálogos. Aún así, Soy lo que quise ser es un poema a la emoción y la memoria. Un ejercicio cinematográfico interesante de ver de este joven director argentino.