¿Quién mató al campeón?
Con Soy Ringo (2014) José Luis Nacci no solo reconstruye la vida del boxeador argentino Oscar "Ringo" Bonavena, sino que, cómo en un film policial, va trazando diferentes hipótesis para descifrar los hechos que desencadenaron su trágica muerte.
Ringo Bonavena, el campeón argentino que no pudo ser campeón mundial, fue un hombre que se inventó a sí mismo. En épocas en que lo mediático no existía, él supo construirse una imagen pública que lo llevó por encima del boxeo. Imagen que hizo que todos hablaran de él y pusieran su figura en el eje de la escena. Bonavena entendió como nadie el juego y era él quién le manejaba la agenda a los medios cuando lo creía necesario.
Campeón argentino de los pesos pesados peleó dos veces con Joe Frazier -en la primera de ellas lo derribó dos veces, en la segunda disputó la corona de los pesos pesados- y el 7 de diciembre de 1970 enfrentó al mítico Muhammad Ali. Sí su vida fue de película, los extraños hechos que rodean a su muerte mucho más. Nacci así lo entendió y conjuga vida y muerte en un documental que entremezcla la reconstrucción del ídolo con la de los hechos que podrían haber desencadenado el fatal desenlace.
Bonavena es asesinado El 22 de mayo de 1976 por Ross Brymer, un guardaespaldas del famoso cabaret Mustang Ranch (Estados Unidos) por motivos que nunca se conocieron, y que a través de la investigación periodística José Luis Nacci intentará esclarecer.
Soy Ringo no está trazada con una historia cronológica ni lineal sino que va saltando temporalidades para comenzar y concluir en un mismo punto: el asesinato. Para llegar a esto y entender sus causales, el realizador va rearmando la vida de Bonavena a través de imágenes de archivo, animaciones y testimonios de quienes tuvieron una relación cercana a él. Ya sean sus hijos, periodistas o amigos. Al reconstruir su vida también se van completando las piezas que forman el rompecabezas de su muerte, y ese es sin duda el mayor logro de Nacci. Poder hacer una biopic documental de Bonavena pero narrada como un policial y alejada de las convencionalidades clásicas del género.
A diferencia de muchos documentales que están correctos pero no dejan de ser investigaciones periodísticas televisivas, Soy Ringo es un hallazgo tanto desde lo cinematográfico como narrativo. Así como en Maravilla, la película (2014) Juan Pablo Cadaveira abordaba la trama desde lo épico, Nacci lo hace desde lo policial pero sin la necesidad de que aparezca la policía, con un resultado final que sorprende.