Después de la exitosa película de 1996 protagonizada por Michael Jordan, aquí es el turno del gigantesco Lebron James dispuesto a mezclarse no solo con todo el universo de Looney Tune sino también con todos los personajes que hayan aparecido en una película de Warner ( King Kong, The Matrix, Willy Wonka, Austin Powers, Harry Potter, y hasta una escena de Casablanca) .El resultado de humanos, la historia del basquetbolista con su hijo secuestrado con el villano de turno, un algoritmo enloquecido encarnado por Don Cheadle, más la acumulación de personajes del mítico estudio, sumado a las versiones digitalizadas de jugadores famosos para formar el equipo “enemigo” se siente un tanto abrumador. Demasiados datos en una historia donde el partido en cuestión se lleva casi toda la película. Con los aciertos como la evocación de Jordan en un momento realmente gracioso. Aparentemente dedicada a los chicos, que posiblemente no estén familiarizados con Bugs Bunny y sus amigos, aunque pueden ser conquistados nuevamente, quizás para los fanáticos del básquet sea más atractiva, o para cinéfilos empedernidos en descubrir entre el público asistente a personajes de todos los films del estudio. Colores brillantes, mucha acción, y los toques para dar ternura, se ven más como una receta y una acumulación de situaciones que un entretenimiento redondo.