Más que una continuación Space Jam 2 presenta una remake mejorada de la obra de John Pytka, que en 1996 reunió a Michael Jordan con los personajes de los Looney Tunes.
En un momento de este film hay un chiste de Bugs Bunny al respecto donde blanquean de entrada esta cuestión y aunque la premisa es la misma, la idea se abordó con una mayor prolijidad.
Dentro de las propuestas infantiles esta película es lo mejor que llegó a los cines en los últimos meses y cuenta con el condimento adicional que también es más entretenida para los adultos que acompañen a los chicos.
A diferencia del film anterior, el deportista LeBron James tuvo la enorme ventaja de contar con un guión que tiene un desarrollo superior de los personajes, el conflicto central y el concepto general de lo que fue Space Jam.
En la película del ´96 por ejemplo había toda una subtrama con el hijo de Jordan que quedaba en la nada y nunca se explicaba por qué el chico volvía triste de la escuela.
Todo se enfocaba en la aventura del basquetbolista y la comedia y no había espacio para explorar otro tipo de conflicto.
Por el contrario, en esta producción la relación de LeBron con su hijo es el corazón principal del film y todo el arco argumental que tienen estos dos personajes cuenta con un mejor desarrollo.
El jugador de los Lakers se desenvuelve con mucha espontaneidad y carisma en la interacción con los dibujos animados y transmite la sensación que disfrutó más la filmación que Jordan en la original.
A diferencia de la entrega anterior que fue realizada por un especialista en efectos especiales, la dirección en este caso quedó en manos de Malcom D.Lee (Undercover Brother), un cineasta experimentado en la comedia que supo trabajar mejor este aspecto de la historia.
Con la supervisión de Ryan Coogler (Creed, Black Panther) en la producción ejecutiva consiguieron armar un entretenimiento familiar que no deja afuera a los adultos y tiene guiños humorísticos fantásticos.
La gran adición y novedad de esta propuesta pasa por el modo en que expandió el concepto de fantasía, que ya no se limita al mundo de los Looney Tunes sino a todas las franquicias populares del estudio Warner.
Al abrir el campo de juego en esta cuestión tenemos la posibilidad de disfrutar a LeBron y los compañeros de de Bugs Bunny en la interacción con otros clásicos de la cultura geek y el cine.
La secuencia de reclutamiento de los Looney Tunes, que en mi opinión reúne los mejores momentos del film, incluye algunas sorpresas magníficas que no se quemaron en los trailers promocionales.
Motivo por el cual recomiendo en lo posible evitar a los resumidores y explicadores seriales de películas en You Tube que arruinarán como siempre la experiencia.
Space Jam 2 presenta una combinación de secuencias de animación tradicional con el CGI que estuvieron muy bien equilibradas en la trama.
La animación digital toma protagonismo en el partido central, que en esta oportunidad cuenta entre los espectadores con numerosos íconos famosos del cine pochoclero y la televisión.
Una idea que probablemente tomaron de Ready Player One que tenía ese tipo de cameos. Con los visionados posteriores probablemente descubramos personajes que se nos pasaron la primera vez porque la atención tiende a recaer en los protagonistas.
Entre las celebridades llegué a notar casi al 80 por ciento de los clásicos de Hanna-Barbera (incluidos los Herculoides y Mighty Thor) y los Thundercats entre otros.
No obstante, las secuencias de animación tradicional previas al partido son las que ofrecen los mejores momentos, muy especialmente para los adultos.
Si tuviera que objetarle algo al film es que con todo el entretenimiento que brinda no deja de ser también un zarpado y obsceno autobombo de Warner para publicitar sus productos.
Faltó que a la salida del cine repartieran cupones de descuento para la plataforma HBO Max y la hacían completa.
Salvo por ese detalle el balance es más que positivo y reitero Space Jam 2 es la mejor propuesta que surgió para chicos en mucho tiempo.