Una más de la saga de este superhéroe con un cambio de actor. Uno de los grandes aciertos de la película es sin dudas la elección de Tom Holland como protagonista. Ese actor que se lució en “Lo imposible”, y que ya tuvo un supercameo en “Capitán America: guerra civil”, Aquí apenas comienza la película, luego de mostrar un sus recuerdos en un film casero con su convivencia con “Los vengadores”, su mentor Tony Stark (Robert Downey Jr que tiene varios momentos en el film) le deja el traje y una difusa, muy deshilachada promesa de llamarlo para cuando lo necesiten. Y para un joven de 15 años brillante en ciencias, esa espera le genera una ansiedad sin límites. Más dudas, más encanto y corazón. Las dotes del protagonista, que además necesito de muy pocos dobles de acción (es bailarín, hizo muchos musicales en el teatro como “Billy Eliot”), le dan un alma particular a este superhéroe que lucha con sus contradicciones adolescentes y con sus ansias de justicia sin medir riesgos, sin equivocar caminos, aunque sus enemigos sean temibles. El malo de la película es el increíble Michael Keaton que le pone garra a un desquiciado temible que vuela como si fuera un homenaje extraño a su primer Batman y su gran Birdman. Después de los títulos y desde la prisión promete una venganza terrible. Las aventuras de Spiderman que tiene a una tía muy atractiva, la siempre convincente Marisa Tomei, son llamativas y riesgosas, porque esta solo con enemigos demasiado poderosos para su fuerzas. Pero también están bien realizadas las tomas con sus fracasos, golpes, derrotas y esa convicción única que le da la medida del heroísmo que estos personajes necesitan.
Para la historia hicieron falta nada menos que seis guionistas incluido el director, el batido de talento dio resultados y con el éxito descontado solo se esperan más remakes.