¿Lejos de casa?
Spider-Man: De regreso a casa afianzó la inclusión de Peter Parker en el universo cinematográfico compartido de Marvel. Su «Homecoming» era la reinterpretación de un titulo surgido en un arco argumental de los comics y el guiño pasaba por decirnos que el regreso a casa de Spider-Man era el regreso de Spider-Man a este universo, para que nuestro héroe pudiera compartir aventuras con Iron Man, el Capitán América y compañía, con todo lo que esto conlleva. La casa del Spidey de Tom Holland es Marvel Studios.
En este sentido es difícil evaluar una película perteneciente a este universo luego de que pasara tanto agua debajo del puente. No sólo porque venimos de Avengers: Endgame (la que probablemente sea la película más taquillera de la historia) con las consecuencias argumentales que eso conlleva. Sino porque luego de esta clase de eventos cinematográficos (signo de los tiempos que corren en donde bien o mal, el cine de superhéroes y especialmente el de Marvel es el buey que tracciona financieramente a la industria) cada vez resulta más cuesta arriba hacer un producto que impresione a las masas. Lo logra, sí. Y eso es muy meritorio. Uno sale del cine asombrado y boquiabierto luego de ver la (hasta la fecha) última película de Spider-Man, sintiendo que el hombre araña parece salir airoso de este tremendo desafío. Pero a costa de algo que se fue construyendo secundariamente desde la primera Iron Man (2008) y ahora película a película pasa a tener cada vez más, un lugar central: las historias pierden un porcentaje de su integridad y de su cohesión interna para convertirse en un capítulo más de un novela universal que no hace más que expandirse continuamente. ¿Eso es algo bueno o malo? Digamos que tiene pros y contras. Sin profundizar mucho más al respecto, abrimos el paraguas de las salvedades para hablar de Spider-Man: Far From Home.
Nos encontramos en un mundo que ha velado a Iron Man, al Capitán América y a Black Widow. Pero que más dramáticamente, ha sobrevivido a unos 5 años con una mitad de la población desvanecida que luego regresó como si nada hubiera pasado. En este contexto, el grupito escolar de Peter Parker pega un lindo viajecito por Europa y nuestro amigable vecino nada quiere saber con llevarse el traje con él, intentando dejar su poder y responsabilidades en tierras norteamericanas. Desde ya que no lo logra, debido a la aparición de monstruosas criaturas gigantes en el viejo continente y a la insistente convocatoria de Nick Fury, quien por lo menos lo asocia con un recién-llegado-encapotado-con-superpoderes llamado Quentin Beck. En este escenario y a pesar del rollo superheroico, Peter sigue siendo Peter y su mayor preocupación pasa por declararle su amor a su cool compañera de clase, MJ.
Creo que en el último punto la película gana por afano. Lejos de Casa sigue siendo una historia sobre Peter, sus intereses amorosos y sus compañeros de clase. Y por supuesto, acerca de como le cuesta horrores hacer convivir su vida privada con su faceta superheroica, una temática que no debería faltar en ninguna historia de Spider-Man. La cinta maneja muy bien las relaciones interpersonales y enamora en cuanto al grupo de chicos y bizarros profesores de la clase. En todo esto es clave el sentido del humor y es el punto más fuerte, donde se nota una muñeca muy precisa de parte del director Jon Watts. Lo que hace reír no son los chistes bobos, sino las situaciones cómicas. Sí, también los hay pero enhorabuena estos funcionan ya que están muy bien colocados. También lo decimos porque un error típico de las películas de Marvel, es exagerar con ciertos chistes y arruinar momentos dramáticos, forzando el humor en situaciones y/o personajes que no se acoplan tan bien a esto. Por suerte tenemos en Spider-Man un personaje al que le calza muy bien este tono y tenemos a un director que evidentemente sabe manejarlo con maestría.
Betty, Ned & MJ
Por otra parte, no deja de resultar raro ver a Spider-Man, fuera de casa. Lejos de New York, nos encontramos con un héroe que se columpia por diversos lugares de Europa. La historia nos ofrece hermosas postales visuales e intencionadamente nos mete en un contexto distinto para re-presentarnos a nuestro héroe, luego de haberlo visto en tantas películas anteriores trepar los mismos edificios clásicos y pelear contra carteristas en callejones. Ahora lo tenemos no solo en otras ciudades, sino contra villanos que parecen inasibles.
Europeo
No deja de resultarme muy agradable ver a Jake Gyllenhaal en el Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) y me alegra verlo encarnando a un personaje como Quentin Beck. Visualmente fascinante, su intervención nos regala una de las escenas más espectaculares que habremos tenido en la historia del UCM. Sí, debo decir que el personaje me dejó un gusto agridulce ya que no me convencieron tanto sus orígenes y motivaciones y creería que por su espíritu, los guionistas podrían haber jugado mucho más con él y en verdad haber explotado mucho más su potencial. No obstante, su participación no deja de ser remarcable.
Mysterio
El punto más flojo de la película no es culpa de la película en sí (que argumentalmente hace lo mejor que puede) sino del universo del que forma parte. Por ejemplo, resulta bastante cuesta arriba aceptar que luego de que desapareciera la mitad de la población del universo durante cinco años, las consecuencias fueran mínimas, que todos parecieran tomárselo como un chiste y que todo transcurra dentro de carriles perfectamente normales.
Lo que también resulta algo cansador es el peso que tiene la figura de Iron Man en la saga del Spider-Man del UCM. Soy el primero en reconocer cuán importante fue la primer Iron Man como para moldear todo este universo compartido. Y me encantó verlo reclutando a Spidey en Civil War, tutoreandolo en Spider-Man: Homecoming y abrazándolo en Infinity War y Endgame. Pero llega un punto en el que el mensaje ya está claro. No digo que se deba eximir de la referencia en esta película. Pero sí parecería que en Far From Home su participación fantasmática está sobreexplotada y de más está decir, que resulta absolutamente prescindible.
Iron Man en todos lados
En resumen, Spider-Man Lejos de Casa es una buena película, que maneja muy bien el tono y resulta por momentos hilarante, haciendo foco en Peter Parker y sus compañeros de clase. Cumple con el apartado de la acción. Y aprueba aunque sin sobrarle nada, en cuanto al conflicto dramático. Un buen capítulo de un universo cinematográfico que a la vez que aloja, cada vez más corre el riesgo de dañar a sus personajes debido a ser algo posesivo. De algún modo no le permite independizarse y tomar brillo propio, manteniendolo siempre dentro de su casa. Tal vez sea ese el mayor reproche que podemos hacerle a la última e igualmente asombrosa película de nuestro amigable vecino Spider-Man.