Clavar el Visto
La población mundial va cerrando las heridas dejadas por Thanos y nadie olvida el heroico sacrificio que hizo Tony Stark para traer a todos de vuelta, pero pocos sufren tanto su ausencia como Peter Parker. La gente busca en él un nuevo referente que llene ese lugar vacante dejado por los Avengers al dispersarse, una responsabilidad que lo abruma terriblemente y que no parece dispuesto a tomar.
Por eso, cuando Nick Fury intenta contactarlo justo antes de que parta de vacaciones por Europa con un grupo de compañeros la escuela, lo ignora sin ninguna culpa.
El Peter de Spider-Man: Lejos de Casa necesita un descanso y poder ser un adolescente aunque sea por un tiempo, algo a lo que podía aspirar mientras era solo el guardián del barrio, pero que se volvió cada vez más lejano al ser reclutado por Tony.
El peligro parece seguirlo por el mundo. Durante su primer día en Venecia, presencia el combate entre un gigantesco monstruo de agua y un hasta entonces desconocido superhéroe, al que sus amigos apodan Misterio (Jake Gyllenhaal).
No solo el conflicto lo sigue, porque esa misma noche descubre dos hechos relacionados: el primero es que Nick Fury no es tan fácil de evadir como pensaba, y el segundo es que está trabajando junto con Misterio para combatir una nueva amenaza global, la cual ya destruyó el planeta en el universo paralelo de donde es oriundo. Esperan que Spider-Man se les una porque es el último Avenger disponible.
Un Mono suelto en la Noche
Como bien se merece el personaje, Spider-Man: Lejos de Casa pone el foco en la acción y la comedia, con un tono más juvenil e inocente del que suelen tener otras películas de Marvel.
Incluso sacado de su ambiente natural urbano y puesto en ciudades europeas donde por suerte nunca se atrevieron a insertar un rascacielos, se las ingenian para lograr escenas de acción ágiles y entretenidas sin nunca olvidar que este tipo de aventuras no son su fuerte, estando más cerca de ser uno de los mal llamados Defenders que de los Avengers.
También logra bastante frescura cuando se dedican al humor. Tom Holland, incluso siendo bastante más grande que su personaje, es verosímil interpretando al adolescente de 16 años que se supone siempre fue Spider-Man, algo que más allá de si fueron buenas películas o no, otros no habían logrado.
Ello se nota a la hora de explorar el eterno conflicto de Spider-Man que lo desgarra entre hacer lo que debe o hacer lo que desea, en este caso perseguir una relación romántica con la inicialmente resistida nueva versión de MJ (Zendaya), con quien logran una buena química que no deja nunca de transmitir ternura.
Eso es lo que salva a Spider-Man: Lejos de Casa, pero no alcanza para ignorar los serios problemas narrativos que tiene toda la historia que pretende contar. Todo se va acomodando a lo que conviene en cada momento, y los cabos sueltos se van amontonando sin que a nadie le llamen la atención.
Más molesto es que al necesitar dar alguna información importante, lo haga siempre de forma torpe y sobre explicada, con un subrayado que le resta impacto hasta a algunos chistes que hubieran funcionado mejor con un poco de sutileza. De hecho, la que seguramente es la referencia más emotiva, logra su potencia justamente con un silencio: porque la imagen ya habló por sí misma y explicarla significa arruinarla, algo que Jon Watts no supo sostener.
No pretendo un guión hermético en esta clase de películas,no lo necesitan ni lo pretenden; pero cuando los agujeros empiezan a llamar la atención y estorban en el entretenimiento, ya son un problema a tener en cuenta.
Tampoco ayuda tanta dedicación por meter a la fuerza esta franquicia dentro del universo mayor de Marvel. Será comercialmente entendible, pero estar tan encorsetada le juega en contra más de una vez. Con la ausencia de Tony era el momento para que Spider-Man: Lejos de Casa aprovechara a hacer su propio camino: no lo hizo. Nuevamente está tan cruzada por el mundo Stark que se asemeja a un spin-off, obligado a concentrarse en una ciencia ficción que ya parece magia y que se mete en problemas cada vez que alguien intenta explicarla.