Peter Parker llega justo a tiempo para llenar el vació que nos dejó "Avengers Endgame", una misión más que complicada para el Vengador más joven.
"Spider-Man: Lejos de Casa" lleva a nuestro amigable vecino superhéroe a un viaje de estudio por Europa junto a Ned, MJ y sus compañeros de clase. Sin embargo, el plan de Peter para dejar atrás sus preocupaciones y tomarlo como unas "vacaciones" se desecha rápidamente cuando acepta por cansancio ayudar a Nick Fury a descubrir el misterio detrás de los ataques perpetrados por temibles criaturas elementales en el viejo continente.
Peter no sabe cómo curar el dolor ni cómo afrontar el futuro y todas las miradas apuntan a él como el sucesor de Tony. Mientras tanto el mundo trata de corregir lo que se ha denominado como “El Blip”; la diferencia de 5 años que existe entre los desvanecidos tras aquel chasquido de Thanos y los que permanecieron en la Tierra. El peso que carga Parker tras estos sucesos es proporcional al de la película, acechada por la sombra de "Endgame". Tal es la presión que los primeros minutos los sentimos eternos y sin ritmo. Una vez superado eso solo nos queda disfrutar de esta esperada entrega.
Un gran acierto de la cinta es el tono ligero por el que optó su director, Jon Watts, quien nos sumerge en una comedia romántica adolescente llena de "Gags" acompañada por un interesante desarrollo de los personajes. Tom Holland se luce en un papel que ya hizo suyo y con el que es muy difícil no identificarse a esta altura. La tía May, Happy, Ned y la encantara MJ (Zendaya) suman minutos y consiguen generar una química admirable que no para de crecer con el actor británico. Jake Gyllenhaal, como nos tiene acostumbrados, encontró el punto justo en la composición de "Mysterio" y nos regala una cuidada interpretación llena de carisma e intriga encajando perfecto en el MCU. La elección de las locaciones nos recuerda a franquicias como "Misión Imposible" o "James Bond" lo que le suma un atractivo extra al film.
"Spider-Man: Lejos de Casa" entretiene, es dinámica, pasa rápido y cierra la Fase 3 de Universo cinematográfico de Marvel llenándonos de intriga sobre lo que depara el futuro. Si bien hay momentos predecibles, creo que la culpa recae en el exceso de información que rodea a este tipo de películas y no en el guión.
Atención: queda prohibido despegarse de la butaca antes que se enciendan las luces ya que las dos escenas post créditos son alucinantes.
Por Matías Villanueva