Enciendan la Bati-señal que el hombre murciélago regresa a Ciudad Gótica en “BATMAN”, prometedor reinicio de una de las franquicias más famosas de DC, que marca el debut de Robert Pattinson como el caballero oscuro. Para no entrar en terreno de spoilers, me remito a la sinopsis oficial que resume a la película de la siguiente manera: “En su segundo año luchando contra el crimen, Batman explora la corrupción existente en la ciudad de Gotham y el vínculo de esta con su propia familia. Además, entrará en conflicto con un asesino en serie conocido como el Acertijo.” El film se construye de a poco pero con un buen ritmo narrativo que nos hace olvidar de sus tres horas de duración. La historia es entretenida, con giros interesantes y está muy bien ejecutada por sus protagonistas, bajo una atenta mirada del director. Matt Reeves se puso al hombro una tarea para nada fácil. El largometraje sigue la línea del cambio de enfoque que propuso Nolan para su trilogía y está teñido por la estética y fórmula de “Joker''. Es un film oscuro, con aires de cine de autor y con un definido y conflictuado protagonista. A diferencia de la película del Guasón, esta no es una historia sobre el origen del personaje; Batman ya es Batman (si bien es claramente más joven) y solo vemos algunas viñetas de su pasado e historia familiar. El tono que propone Reeves es curioso y la película por momentos se siente como un policial negro donde Batman toma un rol detectivesco en su búsqueda por la justicia (Por como se desarrolla su estructura me hizo acordar a “Seven” de David Fincher). Secuencias de lucha no faltan, pero lejos está de la acción disparatada y los villanos caricaturescos. La fotografía es uno de los puntos fuertes de esta entrega y se luce regalándonos imágenes maravillosas que elevan la acción, agregando una poética extra a momentos no tan memorables. Ahora bien, en algunas escenas están demasiado contrastadas al nivel de ver negro sin detalle y se pierde información visual, lo que como espectadores nos aleja un poco de la acción al tener que hacer un esfuerzo extra para entender qué estamos viendo. La atmósfera que generaron con Ciudad Gótica es destacable y la actividad nocturna, corrupción y violencia, encajan perfectamente dentro de ese clima. Robert Pattinson demuestra que el traje de Batman no le queda grande y nos regala una interpretación que sobrepasa cualquier expectativa. Quienes lo tildan de mal actor claramente no están familiarizados con sus últimos trabajos (como “Tenet”, “The Lighthouse''), ya que el joven vampiro de Crepúsculo quedó muy atrás en su carrera. Zoë Kravitz sorprende como Catwoman y parece haber nacido para interpretar ese personaje (excelente elección de casting). Jeffrey Wright completa el trío protagónico como James Gordon y sus escenas mano a mano con Batman son tan tensas como divertidas. Los criminales de esta historia no se quedan atrás, Colin Farrell se luce irreconocible como El Pingüino (con cierta similitud a Robert de Niro en su expresiones) y Paul Dano hace de lo suyo como el Acertijo, pero me hubiera gustado verlo un poco más sin su máscara. “BATMAN'' es un film tan oscuro y misterioso como su protagonista. Nos invita a dar un primer vistazo a esta nueva lectura de uno de los héroes más queridos de la cultura pop y propone un claro cambio de rumbo (e imagen). Matt Reeves apuesta por escaparle a las reglas del cine de superhéroes que estamos acostumbrados, para hacer una pieza más íntima donde el foco yace en el viaje personal de Bruce Wayne y no en las batallas épicas plagadas de CGI o frases marketineras. Espero se siga ampliando este nuevo universo y tengamos más entregas con Pattinson en este rol. Por Matías Villanueva
Hércules Poirot deberá resolver un nuevo misterio en “MUERTE EN EL NILO”. Tras demoras y escándalos llega de una vez por todas a la pantalla grande la adaptación cinematográfica de la novela homónima de Agatha Christie. Las vacaciones del detective belga Hércules Poirot a bordo de un glamoroso barco de vapor en Egipto se convierten en una aterradora búsqueda de un asesino, mientras que la luna de miel idílica de una pareja perfecta se ve trágicamente interrumpida. Ambientada en un paisaje épico de amplias vistas del desierto y las majestuosas pirámides de Giza, esta historia de pasión desenfrenada y celos presenta un grupo cosmopolita de viajeros impecablemente vestidos, y los suficientes giros inesperados como para dejarnos inquietos y desconcertados hasta el impactante desenlace. Kenneth Branagh es un ávido realizador de cine que recientemente sumó a su ferviente pasión por Shakespeare, las aventuras de Agatha Christie. Se desempeña nuevamente como director y protagonista, interpretando al detective más famoso de la autora, como ya lo hizo en “Asesinato en el Expreso de Oriente” (2017). Branagh guía hábilmente, tanto desde la dirección como en su rol protagónico, a un elenco estelar que incluye a Gal Gadot, Armie Hammer, Emma Mackey, Russell Brand, Annette Bening, entre otros. Con sus tiempos en pantalla bien divididos, todos construyen personajes muy interesantes y ambiguos que nos hacen sospechar hasta el último minuto. Mención especial Emma Mackey (“Sex Education'') que sorprende con un papel complejo, alejado de los roles en los que la vimos. El guion es sólido y nos atrapa con giros interesantes. Más allá de la genialidad de la historia de Christie, la adaptación está muy bien lograda, con diálogos bien construidos y ‘gags’ que entran en los momentos justos. La fotografía de la película es hermosa y resalta la grandeza de Egipto. Hay un gran uso del lenguaje cinematográfico, que al espectador más cinéfilo le hará recordar a otras grandes películas. Por momentos, sentí alguna inspiración en la obra maestra de Francis Ford Coppola, "Apocalypse Now" (1979), con el barco avanzando por el río, los atardeceres naranjas, juegos de sombras, naturaleza y la gente local. La tranquilidad del paisaje contrasta con la vorágine de lo que sucede a bordo. Sin embargo, en algunas locaciones es muy notable el abuso de CGI, lo que hace tambalear la veracidad de los hechos y nos distancia un poco de la acción. A pesar de que en esta temporada de premios el ojo estará puesto en “Belfast”, el más reciente (y nominado al Oscar) largometraje del director; este film no merece ser pasado por alto. “MUERTE EN EL NILO” nos regala dos horas muy atrapantes y a puro misterio que merecen ser vistas en la oscuridad del cine. Por Matías Villanueva
Woody Allen siempre parece tener una nueva historia en su tintero. Esta vez el cineasta se aleja de las calles de Nueva York para llevarnos de paseo por San Sebastián, donde el amor, el cine y el arte se encuentran en RIFKIN 'S FESTIVAL. La sinopsis oficial grita Woody Allen por donde la mires: "Un matrimonio norteamericano acude al Festival de Cine de San Sebastián y quedan atrapados por la magia del festival, el encanto de España y del cine. Ella tiene un romance con un director de cine francés y él se enamora de una bella española". La película es eso, sin muchas vueltas, y suma una nueva historia de crisis existencial de pareja a la filmografía del director… pero ¿es simplemente “una más” o logra destacarse? El elenco está encabezado por Wallace Shawn (“Melinda y Melinda”, 2004), quien colabora nuevamente con Allen (ahora en un rol protagónico) interpretando a Mort Rifkin, un ex profesor de cine que sueña con escribir una gran novela. Shawn es un gran actor, lamentablemente encasillado como actor secundario, que aquí hace uso de su sensibilidad y humor para llevar adelante la película. La dupla protagónica la completa Gina Gershon, como su sensual y atareada esposa, y a lo largo del filme vemos varias caras conocidas del cine español (incluida una participación del genial Christoph Waltz). Mort Rifkin constituye un nuevo alter ego de Allen, un hombre neurótico y apasionado que usa su travesía por la ciudad para escapar de sus problemas. El protagonista a su vez se debate sobre el cine como arte vs. el cine como mero entretenimiento, entendible preocupación en tiempos de Spiderman. En la película se dice que “Los amantes del cine somos bichos raros con otra mirada del mundo. Todo nos remite a alguna película, algún diálogo, una música”. A esos bichos raros (que encima todavía preferimos ver estos filmes en el cine) parece hablarnos Allen. Por momentos el personaje de Mort recurre a su fantasía, donde la imagen se torna blanco y negro y se generan diversos homenajes al cine clásico europeo tenidos de un aire de parodia. No faltan ‘El ciudadano Kane’, ‘8 y ½’ de Fellini, ‘El ángel exterminador’ de Buñuel, ‘Persona’ de Ingmar Bergman, entre otros. Si bien el recurso está lejos de ser novedoso, estos minutos le dan un aire fresco a la acción y logran sacar más de una sonrisa. Sería errado intentar separar la última etapa de la carrera de Allen de su vida privada ya que eso impacta en la calidad de su trabajo. La búsqueda por financiación y distribución no le está siendo nada fácil. En esta ocasión eligió San Sebastián como locación porque Mediapro puso ‘rodar en España’ como condición para financiar la película. Esto se nota en el largometraje en los momentos que el bello trabajo de fotografía se ensucia al asemejarse a un programa turístico, sin por eso dejar de regalarnos increíbles imágenes de la ciudad cargadas de la identidad del director. Respondiendo el interrogante que planteé al comienzo de la review, creo que a pesar de que sus trabajos más notables parecen haber quedado atrás, es injusto decir que esta película es “una más” cuando en realidad es “una menos” de un director que increíblemente a sus 86 años sigue eligiendo poner en marcha su creatividad y amor por el cine para regalarnos nuevas historias. RIFKIN 'S FESTIVAL es una película ejecutada con mucho oficio y fiel a su estilo. Por Matías Villanueva
Llegó el turno de ella. Después de tanta espera se inaugura la Fase 4 de Mundo cinematográfico de Marvel con "BLACK WIDOW" (Viuda Negra), la película propia sobre la talentosa espía y asesina rusa: Natasha Romanoff. Con la dirección de Cate Shortland, el filme explora algunos momentos de la infancia de Natasha para luego adentrarse de lleno en la acción y seguir a la heroína en sus aventuras para salvar al mundo. La protagonista debe lidiar con su historia como espía y con las relaciones rotas que dejó a su paso mucho antes de convertirse en parte de los Vengadores. Esta no es una película sobre sus orígenes, ya que tras una breve introducción a su vida (que sirve para conocer a los nuevos personajes), toma otro rumbo para centrarse en lo sucedido con Black Widow entre los hechos de “Capitán América: Civil War” y “Avengers: Infinity War” . El filme combina el estilo de las entregas de "James Bond" o "Misión Imposible" con los 'fuegos artificiales' de Marvel. En la historia conviven los momentos llenos de acción (hay peleas un poco más duras a las que estábamos acostumbrados) con otros de introspección y reflexión. Los personajes se sienten reales, vulnerables, humanos y conectamos con sus deseos y faltas. Hay un claro diálogo con temas actuales y asuntos de género. Es la película más feminista de Marvel hasta ahora y lo vemos claramente en la conformación del elenco, la dirección y el guion. El casting de la película es muy acertado. Scarlett Johansson vuelve a brillar en un personaje bien conocido por ella y despliega su talento en pantalla y por fuera de ella, ya que debuta como productora ejecutiva. David Harbour (Stranger Things, Hellboy) y Rachel Weisz (La Favorita, Un Océano Entre Nosotros) son dos de las tres grandes incorporaciones al universo. Ambos logran una muy linda dinámica y nos regalan momentos de tensión y risas. Florence Pugh (Midsommar, Mujercitas) completa el cuarteto principal como Yelena, compartiendo el protagonismo casi cabeza a cabeza con Scarlett (Raro considerando que es LA película de Black Widow). Su personaje llegó para quedarse, tiene un gran peso en la trama y llena la cinta de frescura con sus intervenciones. Gran adición para el MCU. Cate Shortland nos regala un largometraje con personalidad propia que se diferencia un poco del resto de las películas de Los Vengadores. No pierde su sello personal y logra un equilibrio justo entre lo cómico y lo emocional. Como punto a criticar (y pensando en esta aparente renovación del universo), me hubiera gustado que se permitan experimentar un poco más como lo están haciendo las nuevas series de Disney + y que no se ahonde en temas comunes tan tratados en el género como por ejemplo: "la amenaza Soviética". A su vez, al poner el foco sobre Black Widow y su 'team', el villano no tiene un peso fuerte y con pocos minutos en pantalla no se siente tan amenazante. "BLACK WIDOW" nos abre las puertas de esta nueva fase y nos llena algunos vacíos en la línea temporal del MCU. Una linda cuota de acción y aventuras que pesa tanto por su elenco como por su mensaje. Como toda peli de Marvel, tiene su escena postcréditos, así que a no irse rápido del cine y a disfrutar hasta el último segundo. Por Matías Villanueva
Desde los suburbios de Nueva York llega, "IN THE HEIGHTS" (En el Barrio), una historia con sangre latina y llena de música que nos enseña que para alcanzar nuestros sueños se requiere de mucha paciencia y fe. El género musical, les guste o no, tiene un gran poder extra a la hora de contar las historias. Hay algo en cantar los diálogos, la música y los bailes que transforman la experiencia haciéndola más grandiosa; y cuando detrás de un proyecto así hay alguien conocedor del género como lo es Lin-Manuel Miranda, el éxito es casi asegurado. Lin-Manuel Miranda ya es palabra mayor dentro del mundo Broadway gracias a su obra maestra (y créanme no le queda chico el término), "Hamilton". Allí supo reinventar el género, combinando la historia de uno de los padres fundadores de EE.UU con la fuerza, poética e ironía que propone el rap (Está disponible en Disney +). Lo que pocos saben es que esa no fue la primer obra del artista, sino que allá por 2008 ya había sido ampliamente reconocido (cuatro Premios Tony incluido Mejor Musical y una nominación al Premio Pulitzer de Drama) por un musical del Off Broadway llamado "In The Heights", el cual realizó junto con Quiara Alegría Hudes. La obra revolucionó la escena y ahora se traslada a la pantalla grande con la dirección de Jon M. Chu (Crazy Rich Asians, Step Up 2 y 3) para regalarnos 143 minutos llenos de emociones y fiesta. Se encienden las luces en Washington Heights… El aroma a “cafecito caliente” ondea en el aire justo fuera de la estación de subte 181st Street; allí, un caleidoscopio de sueños congrega a esta comunidad animada y unida. En la intersección de todo está Usnavi (Anthony Ramos), el simpático y magnético dueño de una bodega, que ahorra cada centavo de su rutina y anhela, imagina y canta una mejor vida. Con los primeros 8 minutos del film ya nos sentimos un vecino más de este barrio neoyorkino. Un gran cuadro musical nos sitúa en la acción, nos presenta a los personajes y condensa perfectamente lo que será la historia. Es difícil no sentirse identificado habiendo personajes tan diversos y temas muy presentes en nuestra vida. Es una historia sobre nuestros orígenes, la familia, la memoria, los choques generacionales, los sueños, la lucha contra el racismo y la marginalidad (y podría seguir la lista). "Repítelo para que no desaparezca" dice Usnavy en una de las primeras escenas y es exactamente de eso que sirve la película. Es una oda a la comunidad latina de Nueva York en un momento donde los inmigrantes, los llamados "Dreamers", vienen de estar muy amenazados tras el gobierno de Trump. No creo que sea una casualidad que hayan elegido este momento para adaptar esta pieza y celebro que sirva para abrir el diálogo y representar en la pantalla grande a estos sectores de los que lamentablemente no se cuentan muchas historias. Poniendo un ojo crítico sobre el guion, le podríamos encontrar puntos en común con otras obras musicales o películas predecesoras, algunas líneas argumentales quedan algo difusas y la trama por momentos se siente un poco 'naive' o falta de profundidad, pero, la forma en la que decidieron plasmar la historia en cuanto a recursos visuales y sonoros, nos hace olvidar de eso (Aquí no importa el qué, sino el cómo). Durante varios cuadros resulta sorprendente el nivel de despliegue y la dirección, no solo actoral sino coreográfica, merece su reconocimiento. Un recurso que me pareció un tanto sobreexplotado fue el uso del "Spanglish" (Español e inglés), que con el pasar de los minutos se siente forzado y repetitivo en las palabras que eligieron para incorporarlo. Anthony Ramos y Melissa Barrera demuestran un gran abanico interpretativo y nos sorprenden en los roles protagónicos. Ambos parecen entender perfectamente el código de la cinta y fluyen en ella. El resto del elenco también brilla por igual, ya que el relato nos da tiempo para descubrir las historias de todos. Vemos caras conocidas, nuevas y por sobre todo, muy diversas. "IN THE HEIGHTS" nos hace vibrar gracias a su conexión con la actualidad. En estos tiempos donde transitamos una lenta vuelta a la "normalidad", nos hace pensar en el reencuentro con amigos, la familia, las actividades en comunidad y eso nos llena de optimismo. No es solo una celebración a la comunidad y cultura latina, sino a la vida. Y recuerden: ante todo, paciencia y fe... Por Matías Villanueva
Harley Quinn vuelve empoderada y con ganas de hacer todo lo posible para dejar atrás su relación con el muy controvercial 'Mr. J' de Jared Letto en "Aves de presa: Y la fantabulosa emancipación de una Harley Quinn", la nueva apuesta de DC cómics. Un personaje más que interesante que se vio opacado por una película un tanto mediocre. Más allá del éxito, "Escuadrón Suicida", dejó sabor a nada pero algo nos quedó claro: la entonces pareja del Joker merecía su propio metraje para poder desarrollar los pocos chiapazos de calidad que supo aportar a la pantalla. Tras la galardonada interpretación de Phoenix (y con Oscar casi en el bolsillo) la tarea no era fácil. Otra historia de villanos, mismo universo e igual expectativa. El film comienza con Quinn (Margot Robbie) asegurando que dejó su relación tóxica con el payaso de risa polémica. Cuando Cassandra Cain (Ella Jay Basco) es amenazada por el malvado criminal conocido como Máscara Negra (Ewan McGregor), Harley recluta a Black Canary (Jurnee Smolett-Bell), Huntress (Mary Elizabeth Winstead) y Renee Montoya (Rosie Perez) para ayudarla a protegerla. Dirigida por Cathy Yan, la cinta presenta un tono un similar al que supo conseguir "Deadpool" de Marvel y suma peleas al estilo "John Wick". Se siente como un gran viaje en montaña rusa narrado por la propia protagonista, con saltos en la temporalidad del relato, comentarios a cámara, momentos de mucha acción y actitud punk-rock. Lo visual juego un rol importante con una explosión de colores combinada con estallidos, fuegos artificiales y humo. Después de un comienzo muy movido, todo se torna un poco previsible y aburrido. Al villano el título de "El Padrino de Ciudad Gótica" le queda muy grande, las peleas son de mejor pero entre una y otra solo esperamos y la trama es sencilla. Eso sí, Margot Robbie no deja de sorprender con su versatilidad. Ella es la película. Su personaje es el mejor elaborado y nos contagia su diversión. El resto del elenco lo completan principalmente mujeres con un mensaje claro: "Saben protegerse solas". La presencia femenina se nota hasta en el vestuario donde no se necesitan escotes y shots minúsculos para captar nuestra atención. "Aves de presa" Es entretenida, actual, llena de glitter y acción. Se eleva por encima de "Escuadrón Suicida" pero no vuela tan alto como esperábamos. Por Matías Villanueva
¡El primer super estreno argentino del año! Llega "El Robo del Siglo" bajo el ojo de Ariel Winograd para mantenernos al filo del asiento con una dupla más argentina que el dulce de leche. El robo al Banco Río de Acassuso de 2006 tenia todos los elementos para ser llevado al cine. El mega hurto es famoso por su extraordinaria logística, el millonario botín, el juego con la policía y su glorioso escape por las alcantarillas. Centrándose en Luis Mario Vitette Sellanes (Guillermo Francella), inversor y “ladrón profesional”, y Fernando Araujo (Diego Peretti), el ideólogo, el film nos narra con detalle el minuto a minuto del denominado "Robo del Siglo". Ariel Winograd logra transmitir la misma sensación que tuvimos hace 14 años al seguir la noticia en vivo y en directo con nuestras narices pegadas al televisor. Con una gran puesta y fotografía el film se adentra en los preparativos previos y el gran robo, sumando la historia de Miguel Sileo (Luis Luque), negociador del Grupo Halcón. El director dio con el tono justo. Se siente claustrofóbica, no solo por los espacios sino por el correcto uso de la cámara, tiene picos de tensión y por supuesto comedia. Aunque no lo crean, es la primera vez que Francella y Peretti comparten la pantalla. Rodeados de un gran elenco, el genial trabajo de ambos y la química entre ellos nos permite comprar tanto los momentos delirantes como el drama más personal del final. La banda sonora es otro punto llamativo. Imposible no encontrarnos tarareando ya que hay para todos los gustos, desde Calamaro a Frank Sinatra. Esta es un poquito más que 'la peli argentina pochoclera', es la prueba de que podemos estar a la altura de las grandes producciones. Lo único que quizás contamina un poco el relato es el hecho de saber de antemano el desenlace, pero esto no opaca las casi dos horas donde Winograd nos entrega una película más que entretenida, sin fallas y tan calculada como el "Robo del siglo". Por Matías Villanueva
Comienza un nuevo año, muchos estrenos en la mira, pero...sin Avengers. Es por eso que "Nueva York sin salida", producida por los hermanos Russo (Avengers: Infinity War / Endgame) y con Chadwick Boseman (Pantera Negra) a la cabeza, se torna un plan más que interesante para estas vacaciones. Un agente policíaco de Nueva York (Chadwick Boseman) ve la oportunidad de redimir su pasado por lo que dará inicio a una persecución sin precedentes en la que, por primera vez en la historia de Manhattan, nadie podrá entrar ni salir de la isla ya que los veintiún puentes de la ciudad (Por eso el titulo original "21 Bridges"), túneles de metro y las salidas de navíos serán bloqueadas. Un thriller policíaco con una premisa interesante pero que falla en la ejecución. El guión de Adam Mervis y Matthew Michael Carnahan se siente muy repetitivo y predecible. Para quien minimamente tenga un poco de noción del genero es una película sin giros. Desde que se nos presentan los personajes podemos anunciar su final y el comentario por lo bajo a nuestro compañero de butaca no va a fallar. Lo del bloqueo de la ciudad pierde importancia rápidamente y de Nueva York lo único que vemos son panorámicas aéreas que no suman al relato y solo adornan o separan escenas. Si el film a pesar de todo funciona es gracias al reparto, que se encarga de llevar en sus hombros la película entera, y a las secuencias de acción. Aunque claramente no es el gran papel de su carrera, Chadwick hace un gran trabajo como Andre y logramos empatizar con el a pesar de ponernos nerviosos porque no se da cuenta de los grandes giros que vemos a kilómetros de distancia. Una figura como J.K Simmons en el elenco siempre llama la atención y con su oficio resuelve un personaje sin puntas y con muy poca participación. En cuanto a la acción, las escenas de persecución y de tiroteos están muy bien dirigidas siendo quizás lo mejor de la cinta. "Nueva York sin salida" sigue fielmente los parámetros preestablecidos en los guiones hollywoodenses. No se arriesga, cosa que tanto agradecí cuando en "Entre navajas y secretos" (Recomiendo) se rompió con el molde sumando factor sorpresa. Quien solo busque un rato de distracción no dude en sumergirse en esta cacería frenética por las calles de Nueva york y tratar de buscar una salida. Esperemos no sea la del cine. Por Matías Villanueva
Un relato novelesco que nada tiene que envidiarle al Hercules Piorot de Agatha Christie. "Entre navajas y secretos", la nueva apuesta de Rian Johnson, es un 'Must See' que reinventa el género y nos invita a descubrir ¿Quién es el asesino? En la mañana después de su fiesta de cumpleaños número 85, el acaudalado escritor de novelas de misterio Harlan Thrombey (Christopher Plummer) es encontrado muerto en su propiedad. El famoso detective sureño Benoit Blanc (Daniel Craig) se alista en el caso y desconfía de un juego sucio. A medida que se acerca la lectura del testamento y la investigación se calienta, la familia de Harlan, que se empeña en su dinero, comienza a revelarse como mucho más intrigante y competitiva de lo que parecen. La película se nos presenta como un tablero de Clue sobre la mesa. Todos son sospechosos y junto a Blanc tenemos que empezar a mover las piezas para hallar al culpable. Con un ritmo atrapante, no podemos despegar la vista de la pantalla ni por un segundo. Todo suma a la narrativa, debemos hallar pistas nuevas. Rian Johnson escribió este relato teniendo en cuenta cada detalle. Se llevan al máximo los clichés del género y se rompe con el molde, cosa que solo alguien con conocimiento puede hacer. Se puede leer también un subtexto político que ataca sutilmente al clasicismo con algunos diálogos memorables. Daniel Craig se destaca interpretando al astuto investigador privado rodeado de un elenco de lujo que no decepciona. Chris Evans, Jamie Lee Curtis, Michael Shannon, Toni Collette, Lakeith Stanfield, Ana de Armas (como la genial enfermera de Thrombey que no puede mentir), Don Johnson, Katherine Langford y Christopher Plummer. Todos se convierten en sospechosos en su debido momento con sus conductas misteriosas y diálogos astutos, sumándole intriga a la cinta. Quizás me hubiera gustado ver un poco más de cada uno, pero el ritmo del film lo hace imposible. Juntos ofrecen un dominio de escena, química y timing admirable. El talento se extiende al detrás de cámara con un exquisito trabajo en la elección de los planos y un montaje que resalta la puesta haciendo destacar cada escena. El diseño de producción es más que atinado y nos transporta rápidamente al clásico policial inglés. Lo único criticable de la cinta es la decisión del director de Brick (2005) y Looper (2012) de revelar muy prematuramente quién lo hizo. Esto me desanimó bastante pero sirve de puntapié para transformar al clásico ‘Whodunnit’ (¿Quién lo hizo?) en un ‘Whydunnit’ (¿Por qué lo hizo?) y abrir paso a la segunda parte del film. Arriesgado pero certero. "Entre navajas y secretos" es una combinación de buenas decisiones. Espero con ansias que Johnson aproveche sus logros y los traslade a una secuela. Aprovechando que Daniel Craig tira la toalla como James Bond, ¿Por qué ahora no regalarnos unos años como Benoit Blanc? Por Matías Villanueva
En época de reboots y reciclaje de viejos formatos no sorprende encontrarnos con una nueva versión del clásico televisivo de los años 70' que ya pasó por el cine a principios de los 2000, "Los Ángeles de Charlie". Los Ángeles de Charlie siempre han proporcionado servicios de seguridad e investigación a clientes privados, y ahora la Agencia Townsend se ha expandido internacionalmente con las mujeres más inteligentes, valientes y mejor entrenadas a lo largo y ancho del planeta – varios equipos de Ángeles guiados por otros tantos Bosleys llevando a cabo los trabajos más duros por todo el mundo. La premisa es demasiado sencilla: Un dispositivo que en manos de los malos es un arma de destrucción masiva y en mano de los buenos una fuente de energía sustentable. Para contar esto, Elizabeth Banks, directora de la película, apostó por una versión mas popera desde los looks y la banda sonora, pero la linea es delgada porque de a ratos se siente más como un videoclip de una girl band debido a la fuerte presencia de la música y lo débil del guión. Chicas empoderadas y listas para la acción. El mensaje está muy claro y resultaba un enfoque necesario para esta nueva versión, más entendiendo la situación actual de Hollywood (y claro del mundo), pero la forma en la que fue llevado a cabo lamentablemente termina más por ironizar la lucha y caer en todos los chiches del "Girl Power". Tal es así que ningún personaje masculino de la cita resulta medianamente interesante. El atractivo más fuerte de la película está en el tour de ciudades al que nos invita (al estilo Misión Imposible), las secuencias de acción y claro, en sus protagonistas: Kristen Stewart, Naomi Scott y Ella Balinska. La ex Crepúsculo es quien más se destaca como Sabina Wilson, un ángel abiertamente queer, y sabe aprovechar todos los 'gags' de humor para sacarles algo de jugo por más que se apueste constantemente al chiste fácil. Las apariciones de Patrick Stewart y de la misma Elizabeth Banks las sentí desaprovechadas y el choque generacional si que se nota. En los títulos finales se puede ver un desfile de figuras que pasaron por la saga. Se apela a la nostalgia como último recurso por salvar el film. Pero en definitiva, "Ángeles de Charlie" más que proponer el reinicio de la franquicia, se siente como el principio de una autodestrucción. Por Matías Villanueva