Spider-Man: Sin Camino a Casa – Algo nuevo, algo azul y algo usado
Witzy witzy araña subió su telaraña, vino el fandom y se la llevó
El 16 de Diciembre se desprende el velo dónde todas y todos podrán saber si el hype y las teorías eran reales o no… se estrena la tercera parte en solitario de Spidey, y nada será lo mismo.
¿De qué va?
Tras descubrirse la identidad secreta de Peter Parker como Spider-Man, la vida del joven se vuelve una locura. Peter decide pedirle ayuda a Doctor Strange para recuperar su vida. Pero algo sale mal y provoca una fractura en el multiverso.
Algo importantes antes de arrancar: esto no tiene spoilers.
El cierre de la trilogía en solitario de Spider-Man (Tom Holland) viene a establecer las bases de un nuevo Peter Parker luego de varias pérdidas que tuvo: primero perdió a su mentor Iron Man, y ahora su identidad secreta luego que Mysterio la revele al mundo en el final de la segunda película.
John Watts repite la dirección, en una cinta abundante en su metraje y que mecha con personajes y villanos de las anteriores representaciones del arácnido.
Porque como vimos en los trailers antes del estreno regresan Norman Osborn (William Dafoe), el Dock Ock (Alfred Molina), y Sandman (Thomas Haden Church) de la trilogía de películas dirigidas por Sam Raimi (que pronto estrenará su puesto como director en el MCU con la segunda parte de Doctor Strange) y en donde Tobey Maguire ejerció de Spider-Man. Por parte de la segunda representación del Amistoso Vecino, dirigidas por Marc Webb y protagonizadas por Andrew Garfield vuelven: el Doctor Connors (Rhys Ifans) y Electro (Jamie Foxx).
Así que nuestro protagonista tendrá que enfrentarse a villanos que desconoce, mientras intenta entender el concepto del multiverso que se abrió producto de un fallido conjuro realizado por Strange para que la gente olvide la identidad de Peter Parker / Spider-Man.
La película es más un evento que una película en sí misma. Y debe ser analizada como tal.
Luego de los eventos de Avengers: Endgame, es la primera película del MCU que está hecha para vitorear a la tribuna. La cantidad de easter-eggs, cameos, situaciones épicas y momentos fundacionales es inmensa y parece haber sido medida milimétricamente.
Estamos frente a uno de los productos Marvel más ambiciosos y de relojería suiza que vamos a encontrar por estos tiempos. ¿Pero cómo se estructuran esos villanos de otros tonos con este MCU? Ahí está el gancho: todo busca hacer confluir en una situación que apele a la nostalgia, pero a la vez ayude a hacer crecer al personaje de Peter. Y vaya si lo logra…
Porque no olvidemos que todo esto gira alrededor al Spider-Man de Holland. Ese mismo que vimos siempre estar amparado bajo la tutela de Tony Stark, aquel sobre cual desconocemos a su tío Ben, que tuvo que aprender a vivir en un mundo donde perdió 5 años de su vida…
Su tia May, Happy, Ned y MJ… su mundo se ve inmiscuido en este desbarajuste multiversal que va a tener grandes consecuencias para el futuro.
Benedict Cumberbatch con su Doctor actúa como el nexo entre lo que ocurre internamente con el personaje de Peter al descubrirse su identidad y el universo gigante de posibilidades frente a él una vez que se mete de lleno en la aventura. El enfrentamiento que tendrán ambos, será usado por las profesoras de matemáticas para justificar que es importante aprenderlas.
Spider-Man: Sin Camino a Casa es una película para ver en el cine, discutir y encontrarle mil elementos comiqueros. Además, es difícil de contar sin spoilear. Así que si llegaron hasta el final de este texto indemnes: corran al cine y emociónense como este servidor.