El Peter Parker que faltaba.
¡Finalmente vemos a un adulto Peter Parker después de 25 años! ¿Por qué celebrarlo? Simplemente porque sentí que por primera vez la historia de Parker avanzaba.
En las animaciones que le sucedieron a la esplendida serie del 94 pasaron dos series y una actual donde siempre Parker iba a la escuela y ya sea por cancelaciones previas o por finalizarlas, siempre al momento de crecer eran reseteadas.
¿Y qué pasa con las películas de Raimi o la serie efímera en 3D? Bien, algo que me gustó del filme fue que canónicamente hablando este Parker que nos ofrecieron tranquilamente podría ser esa versión, los homenajes de las primeras tres películas y el regreso de Ben Parker con la voz de Cliff Robertson (se utilizó el mismo fragmento de la película) fueron los elementos a la hora de presentar a una versión de Parker.
No le tenía muchas expectativas al filme con alguien a la cabeza que no fuera Peter Parker, aunque eso cambió conforme avanzaba el metraje y debo decir que Miles Morales brindó un excelente show comiquero de principio a fin.
Haber adaptado el Spider−Verse resultó un gran acierto, al poder expandir el universo del trepamuros más allá de Parker. Ya lo habíamos visto en la serie del 94 (en este caso La saga Clon que fue precursora del Spider−Verse) y recientemente en Ultimate Spider−Man (aquí si era literal).
El arco argumental permitió independencia del personaje, así que no esperen ver a ningún otro héroe de Marvel como ya hace años nos tienen acostumbrados y eso lo celebro.
Si no leíste comics no te preocupes, porque cada personaje se presenta por si solo revelando brevemente sus orígenes.
En definitiva, Spider−Man: un nuevo universo es disfrutable para todas las edades y es un respiro a este universo compartido que nos viene brindando Marvel desde hace años.