"Siempre encuentro la manera de levantarme" asevera la narración en off de esta película de animación que trae al personaje arácnido en su cuarto intento por reflotar la franquicia luego de los protagónicos de Tobey Maguire, Andrew Garfield y Tom Holland.
El filme ganó el domingo el Globo de Oro a la "mejor película animada", cobra fuerza gracias al tratamiento visual a través de una historia ingeniosa que no se agota sino que retroalimenta el universo creado por Stan Lee -con cameo incluído- y Steve Ditko.
Spider-Man: Un nuevo universoimpone la figura del adolescente latino Miles Morales, quien no está a gusto con su nuevo colegio y menos con que su padre policía lo lleve hasta las instalaciones. Cuando es picado por una araña, Miles adquiere superpoderes y enfrenta al villano Wilson Fisk que con el "super colisionador" trae a una versión alternativa y abandonada de Peter Parker, quien ha muerto, y a su vez tratará de enseñarle a Miles como ser un mejor superhéroe.
Una narración dinámica que tiene el recurso de la pantalla dividida y remite a las viñetas clásicas del comic, mientras aprovecha para reflexionar con humor sobre la familia, la amistad y la fama -hay autorreferencias del personaje central con el merchandising correspondiente- a través de las aventuras que vivirá Morales junto a la versión arácnida de su grupo de amigos en la lucha contra el Mal.
El resultado es un bienvenido producto multirreferencial que transmite frescura, acción y una mirada nostálgica sobre el nuevo superhéroe atrapado entre secretos y un villano que intenta recuperar a su familia con su peligroso invento de realidades paralelas. Quizas el desenlace se extiende más de lo debido pero no opaca el accionar del chico latino como el nuevo Hombre Araña.