La secuela de "Spider-Man: Un nuevo universo" (2018) es una excelente continuación de la historia de Miles Morales y su odisea a lo largo del Spider-Verso, destacándose por su animación bellamente estilizada y un atractivo crisol de técnica y estética.
Pocos superhéroes han sido tan reciclados este siglo pero en un film repleto de Spider-M(e)n, el personaje logra sentirse original.
Dirigida por Joaquim Dos Santos, Justin K. Thompson y Kemp Powers, es una obra de animación tan ambiciosa como meticulosa. La historia avanza a pulmón de imágenes memorables, personajes divertidos y giros inesperados e interesantes. Logra ser espectacular sin perder la intimidad y emotiva sin ponerse melosa. No obstante la trama se siente simultáneamente alargada - demorando en establecer una dirección específica - y demasiado corta, concluyendo con un abrupto “Continuará” digno de un cómic pero algo vil para una película.
En primera instancia nos encontramos con un melodrama típico de Pixar: adolescentes abrumados por las exigencias de sus padres y madres, todos hambrientos de comprensión y confianza. Aquí no hay nada nuevo, pero si estas escenas se repiten bastante hacia el principio es porque la trama necesita estirar y contraer estos lazos emocionales para que el final funcione.
En un mundo obsesionado con “multiversos” - ya sea como excusa para tomarse un recreo del status quo (Doctor Strange en el multiverso de la locura, 2022), enfrentar a una generación a su propio nihilismo (Todo en todas partes al mismo tiempo, 2022) o mero fanservice (Spider-Man: Sin camino a casa, 2021) - el de Spider-Man: A través del Spider Verso (Spider-Man: Across the Spider-Verse, 2023) es un comentario sobre el determinismo de la mitología, contrastando una infinidad de versiones del mismo héroe con la anomalía (Miles, voz de Shameik Moore) que cuestiona sus orígenes y su propósito.
El multiverso reúne todos los cánones del superhéroe - cómics, películas, series, juegos - y los pone en peligro con la aparición de un villano llamado La Mancha (voz de Jason Schwartzman), cuya habilidad de abrir agujeros interdimensionales pone en peligro la integridad del multiverso. Lo que empieza como un personaje cómico - “villano de la semana”, lo llaman - se convierte rápidamente en una figura siniestra que no puede ser doblegada definitivamente con una pelea. La trama se refresca constantemente, adquiriendo nuevas dimensiones y revelando nuevas perspectivas que complican su desarrollo y cambian la dinámica entre los personajes.
Las partes más endebles del guión abusan de las escenas donde se introduce a alguien (y hay una infinidad teórica de Spider-Man por presentar) o se explica algo (antes, mediante y después de que ocurra) hasta el hartazgo, pero la inventiva visual de la película compensa estos excesos. Los directores no dan ninguna imagen por sentado y siempre encuentran la forma de aprovechar cada encuadre y corte para contar un chiste, evocar un tono y/o plasmar la emoción del momento sin sacrificar la coherencia artística de su obra. A nivel visual no los ancla ninguna convención.
Spider-Man: A través del Spider Verso se encuentra a la altura de su antecesora, la supera en varias instancias y anticipa una gran trilogía animada con un segundo capítulo intenso y excitante.