Cuatro años y medio después de la notable Spider-Man: Un nuevo universo llega esta no menos lograda segunda entrega de la saga animada escrita y producida por la dupla Phil Lord-Christopher Miller que en marzo de 2024 tendrá su conclusión con Spider-Man: Beyond the Spider-Verse. Con esta flamante película -otro deleite visual y narrativo- la franquicia se consolida como uno de los mejores acercamientos al espíritu de los cómics originales y al universo de los superhéroes en tiempos de metaversos.
Con tres nuevos directores (Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin K. Thompson reemplazaron a Bob Persichetti, Peter Ramsey y Rodney Rothman), esta secuela ambientada apenas un año después de Un nuevo universo no solo mantiene (lo cual ya hubiese sido un logro) sino que redobla, potencia, amplifica y expande todo lo que de fascinante, divertido, audaz y deslumbrante tenía aquel film de 2018 (a la Argentina llegó en enero de 2019).
La cantidad y variedad de detalles, de matices, de belleza, de inteligencia, de espectacularidad, de ingenio y de creatividad que hay en cada uno de los planos de las más de dos horas de A través del Spider-Verso la convierten en una experiencia con escasos precedentes. Por supuesto, es posible que en el vértigo, en el desenfreno, en la catarata de ideas, en la andanada de estímulos, en los constantes saltos temporales (estamos en tiempos de multiverso) parte del público se sienta un poco perplejo y abrumado porque realmente no es fácil asimilar tanta información en lapsos tan breves, pero si uno se libera de presiones y exigencias para simplemente entregarse a este festival de formas y colores que adaptan el espíritu del cómic, de imágenes hipnóticas (la cosa va del realismo a lo surreal y alucionatorio), la propuesta es tan satisfactoria como embriagadora.
El protagonista otra vez es el adolescente Miles Morales (Shameik Moore), cuyos padres, un policía afroamericano (Brian Tyree Henry) y una enfermera portorriqueña (Luna Lauren Velez), no tienen idea de que es Spider-Man. Y quien gana mucho espacio esta vez es Gwen Stacy (Hailee Steinfeld), baterista de una banda de rock que no tarda en abandonar y a quien su padre (Shea Whigham), también policía, tampoco sabe que ella es Spider-Woman.
Pero hablamos de multiverso, así que la acción cambiará de tiempos y lugares (de Brooklyn a Mumbai) con la aparición de múltiples hombres y mujeres arácnidos como el Miguel O’Hara de Oscar Isaak (un vampiro ninja oscuro y cazador), la Jessica Drew de Issa Rae (embarazada pero sin miedo de montar su moto), el Spider-Punk de Daniel Kaluuya (un londinense con cresta punk y una guitarra colgada en su espalda) o el patético Peter B. Parker de Jake Johnson (mentor de Miles). Lo cierto es que en la actualidad o en el universo alternativo de 2099 termina habiendo una Spider-Society con integrantes provenientes de Estados Unidos, de Inglaterra y hasta de la India (el Spider-Man India de Karan Soni). Y, claro, también habrá un malvado como La Mancha (un ex científico muy bien interpretado Jason Schwartzman) y hasta cameos como el de Donald Glover (no animado, sino en persona).
Como en todo relato que transcurre en dimensiones paralelas, hay reglas que deben cumplirse como para no alterar ciertos eventos con consecuencias catastróficas, pero siempre está la tentación de regresar a tiempo al universo original para, por ejemplo, salvar la vida de un ser querido.
Por momentos, A través del Spider-Verso parece más retorcida de lo que realmente es, ya que cuando uno se sumerge en su propuesta, su impronta y su dinámica la historia tiene su lógica y hasta su coherencia dentro del caos. Otra vez: es probable que un público más adulto o de gusto más clásico sienta algunos aspectos de la trama entre rebuscados y pirotécnicos, pero para los más jóvenes (como ocurría en otro registro con Todo en todas partes al mismo tiempo) dentro del delirio y la acumulación va encontrando su razón de ser y su encanto.
En menos de un año (marzo de 2024) llegará Beyond the Spider-Verse para concluir esta historia. La espera claramente vale la pena.