Estamos frente a uno de los estrenos más originales en pantalla grande de los últimos años. Si «Into the SpiderVerse» te había gustado, la segunda entrega de esta franquicia destruye cualquier frontera creativa existente, para ofrecernos una auténtica joyita del mundo de la animación. Además, creo que quienes vivimos en este tiempo podemos darnos este lujo, que décadas atrás no podía siquiera pensarse. «Spider-man: across the spiderverse» es sencillamente una explosión de ideas arriesgadas y geniales combinadas en una supernova cinematográfica. ¿Es para tanto?
Sí, es así. Difícilmente salgas del cine de la misma forma en que entraste.
Lo primero que debemos decir los tres directores de esta peli (Joaquim Dos Santos, Kemp Powers y Justin K. Thompson) pensaron esta propuesta como un desafío a cualquier límite establecido. Sin dudas ellos plantearon en esta trilogía algunas preguntas que nos resuenan ahora : ¿Por qué pensar en una sola versión (unidimensional, en términos de destino), de Spiderman? ¿No puede ese rol ser vivido desde diferentes vidas? ¿Qué limita la misión del héroe?
Y la respuesta para todas es sí. «Across the Spider Verse» es justamente eso. Parece haber surgido de un torbellino de ideas muy extremas donde la sorpresa gana al público a cada paso del camino.
Esta segunda entrega arranca poco después de los hechos de la primera. Gwen está de vuelta en su universo, actualizando las disputas con su padre, con quien sigue teniendo problemas. Pero como el SpiderVerso está activo, a ese espacio llega el Buitre (en una «alternative version») y ella participa de su cacería junto al denso Spiderman 2099 y la Mujer Maravilla Araña. O la Spider-woman, para los amigos. Es ahí cuando Gwen conoce que hay una sociedad secreta de hombres/mujeres/niños-as/mascotas y demás, arañas (!) que se ocupa de regular los temas y villanos en los distintos universos.
Tarea delicada si las hay, desde ya. Son la policía arácnida del multiverso, o algo así. ¿Pero de que la juega Miles Morales entonces? Es uno más dentro de este concierto, pero no tanto porque si recuerdan, ya sabemos que algo sucedió en la conformación de su constitución como spiderman que lo pone en el centro de cualquier escena. El no debería haber sido elegido para esta tarea, pero sucedió.
Y el tema central de esta entrega gira en relación a esa cuestión: ¿Cuánto hay de heroico en asumir un destino marcado? ¿Qué grado de decisión se toma en torno a las responsabilidades planteadas por el sistema?
Morales está en la suya, tratando de disfrutar su nueva tarea y evaluando hablar con sus padres para contarles quien es. Gwen llega de visita y a partir de su corta estadía, las cosas comienzan a complicarse prontamente. Aparece un nuevo villano, intenso y desconcertante, («The hole» o «La mancha»), que comienza a expandirse en forma exponencial y amenaza con destruir cada universo a su paso. Luego de las primeras intervenciones del «spider-team», comienzan los problemas porque hay discrepancia entre Miles y el líder de la cofradía de arácnidos. No vamos a anticipar más, pero si podemos decir que desde ahí en adelante, la peli estalla en personajes, mundos y batallas impensadas para una cinta de este tipo.
La animación funciona de maravillas. Combina distintas técnicas, todas ensambladas con mucho acierto y apoyadas por la valiosa acción del equipo de arte y diseño, que se llevan las palmas y deberían estar nominados al Oscar de la especialidad para este año.
Hay ingenio en el guión y si bien muchos critican que la peli cierra un poco abruptamente (la tercera parte ya está casi lista y programada para marzo de 2024), es una propuesta revolucionaria para su tiempo.
«Across the SpiderVerse» se posiciona entre las mejores películas del año, sin dudas. Tiene una duración considerable, pero es tan buena, que se te pasa volando la hora. Y va tan veloz, que es probable que tengas que verla de vuelta para disfrutar sus exquisitos detalles. Vayan por ella corriendo, ideal para todas las edades (fantaseo que a los más chiquitos les costará entender la trama pero, igual, prueben!). Excelente.