Junto con El príncipe de Egipto, Spirit, el corcel indomable sobresalió entre las obras maestras del estudio Dreamworks realizadas en la animación tradicional a comienzos del siglo 21.
Una gran película inspirada por el clásico Azabache, de Anna Sewell, que contó con una gran banda de sonido de Bryan Adams y presentaba una interesante reflexión sobre los efectos de la colonización de las comunidades indígenas en los Estados Unidos.
A partir del 2017 el estudio volvió a revivir esta propuesta en una franquicia exitosa desarrollada para Netflix que tuvo una muy buena recepción del público infantil.
Spirit: Riding Free fue una serie desarrollada a través de la animación CGI que se concentraba en la relación de uno de los hijos de Spirit con una niña latina, en un pueblo ubicado en la frontera de los Estados Unidos con México.
Al programa le fue muy bien en la plataforma de streaming y llegó a tener ocho temporadas, además de varios especiales.