Desde “El gabinete del Dr. Caligari” en adelante, el tópico del científico que desafía las leyes naturales para crear vida en laboratorio, es una tentación recurrente para el cine. Acá, una pareja de profesionales brillantes, que diseña híbridos de especies para un laboratorio farmacéutico, decide ir un paso más allá. Utilizan ADN humano para obtener una criatura que podría revolucionar la medicina actual. Llevan adelante la prueba a espaldas de sus empleadores. Dren, a medida que crece (y lo hace muy rápido) muestra un aspecto cada vez más humano. Luce como una mujer, pero alberga los dos sexos y puede ser peligrosamente seductora si se lo propone. Cuando disfruta le crecen alas. Sus creadores están en serios problemas. Los ata una relación de amor-odio con Dren: los fascina y, a la vez, le temen. Intentan destruirla pero se les impone. Trama tensa, con suspenso que no decae, y un desenlace inesperado.