Encontrar lo que necesita más que lo que busca
Como tantos exploradores de su época, Sir Lionel Frost (Hugh Jackman) solo parece interesado por la fama que puede darle lograr un descubrimiento importante. O al menos uno que le facilite una membresía al club.
Pero mientras otros caballeros victorianos se internan en el África buscando nuevas tribus que explotar civilizar o animales que cazar, su mayor ambición es conseguir pruebas de la existencia de alguna de las tantas criaturas mitológicas que todos creen pura fantasía, incluso esos colegas que desea impresionar. Tan poco respeto le tienen que se burlan de él cuando recibe una extraña carta prometiéndole la ubicación exacta del mítico Sasquatch/Pie Grande (Zach Galifianakis). Ofendido en su honor, apuesta con el líder de la comunidad de exploradores que conseguirá evidencias de la existencia del eslabón perdido; parte hacia América sin sospechar que su rival no planea perder de ninguna forma.
Lo que amenaza con ser una clásica historia de aventuras da un giro original cuando -una vez en Estados Unidos- Lionel Frost descubre que la carta fue no fue enviada por un testigo sino por el mismísimo Sasquatch: no para ser descubierto, sino porque al ser el último de su especie pretende que lo ayude a encontrar a sus parientes lejanos del Himalaya, los Yetis.
A cambio de evidencia para llevar a la comunidad de exploradores, Sir Lionel acepta. El ahora bautizado como Señor Link (un juego de palabras fácil con Eslabón Perdido/Missing Link que oportunamente facilita la falsa documentación que le permite hacerse pasar por humano), toma la identidad de su asistente para partir en un viaje de descubrimiento no solo del mundo exterior sino de su propia identidad y del lugar que puede ocupar en él.
En su breve carrera, Laika Studios(Kubo y la búsqueda del samurai,Paranorman) ya entregó varias de las películas animadas más originales e interesantes de los últimos años, sea por su particular estilo visual o por las temáticas que aborda. Con un humor inocente pero apto para adultos, Señor Link replantea con frescura temas como la identidad, los mandatos sociales y la búsqueda de la felicidad no como algo estático o permanente, sino como un camino continuo que puede ir cambiando. Todo esto con una narración bastante fluida y un estilo visual que -aunque proponga conceptos menos originales que las anteriores- no deja de ser impactante y bello.
El único problema de esta película: la tibieza. Todo es correcto y entretenido, pero no se siente tan inspirada por más que está ejecutada con maestría y tenga un discurso bastante más interesante que el promedio de este género, entre otras cosas porque presenta una co-protagonista femenina que no cae en los estereotipos clásicos de interés romántico ni de doncella en peligro: Adelina (Zoe Saldana) busca la aventura por sus propios intereses como Sir Lionel. Por más que al mismo tiempo sea un estereotipo latino de lo más remanido, ya eso la pone un una posición más progresista que la mayoría, permitiéndose también criticar con mordacidad al eurocentrismo o al clasismo en que ni el protagonista principal puede evitar caer.