Tras 42 años, la más icónica saga de la historia del cine llegó a su fin. Años de relatos, personajes inolvidables, momentos que quedarán en la eternidad y cantidades infinitas de literalmente todo tipo de consumo que puedas imaginar, culminaron en este film. La pregunta es: ¿tuvo el cierre digno y memorable que tal obra merecía?
Este último episodio nos presenta una nueva aventura que marcará el final de la historia Skywalker. Palpatine volvió y es necesario adentrarse en el camino de los Sith para poder llegar hasta él y destruirlo. Mientras tanto, Rey y Kylo Ren siguen luchando con su identidad, cuya decisión de si aceptarla o no definirá el destino de toda la galaxia.
Ahora, me gusto la película? La verdad que sí, pero la realidad es que el film está muy mal realizado. La historia, los personajes, el tratamiento del mismo. Todo fue maltratado. Y es por la grieta que se formó tras el lanzamiento de The Last Jedi, entre quienes dicen que Rian Johnson arruino la saga, y quienes no. Personalmente, The Last Jedi es una de mis películas favoritas de la saga, tiene una realización hermosa, llegando a niveles cinematográficos que ninguna de las películas anteriores había siquiera intentado alcanzar. Aunque sí es cierto que maltrató bastante toda la historia de Star Wars, los planes que tenían con ella y el simbolismo que el fandom le dio a algunos elementos/personajes de la saga. Pero nada de esto justifica lo que hizo J. J. Abrams, quien se considera un amante de Star Wars que se supone vino a rescatar la saga luego de The Last Jedi, pero lo único que hizo fue hundirla aún más con su soberbia. Es verdad que era difícil restaurar lo planeado y fue directo a lo seguro: el fanservice, hablando únicamente del porcentaje de seguidores que odiaron el episodio 8. Dentro de esto, utilizo la película para fomentar la lucha entre ambos, priorizando momentos donde atacaba a Johnson, olvidándose que lo fundamental era finalizar correctamente la saga más importante de la historia del cine. La nostalgia excesiva presente en toda la película, siendo una incógnita cómo sería la misma sin toda esa cantidad de referencias. Los mejores planos están en el trailer que creó una expectativa de calidad enorme y no lo supera. El guión está repleto de errores, huecos y arcos inconclusos. Maltrataron a casi todos los personajes secundarios inexplicablemente, metiendo a otros que no aportan nada relevante a la trama. Agregaron a Palpatine como villano final sin gastarse muchos segundos en una justificación coherente más allá del hecho de que Abrams quería molestar un poco más a Johnson por haber matado e inferiorizado a su villano. La dinámica entre Poe, Finn y Rey funciona como el trío principal de las secuelas y es entretenida, aunque repitan una fórmula ya gastada, pero al mismo tiempo estos dos primeros no se terminan de desarrollar nunca, creando arcos poco interesantes que no concluyen en nada y pasando a ser un acompañamiento plano que sirve para aliviar la tensión con un poquito de humor Disney. Y con Rey sucede que Kylo Ren es una personaje mucho más interesante con una evolución e historia superiores a la de ella, por lo cual queda opacada.
La triste realidad es que la verdadera lucha final se encontraba detrás de cámaras y por desgracia los cambios de decisión y la pelea por el poder afectaron a la nueva trilogía, explotando innecesariamente en el final, arruinando la experiencia de un gran porcentaje de fans. Teniendo en cuenta que el fandom de Star Wars es uno de los más grandes del mundo (por no decir que lo es) y que la saga tiene más de 40 años, es bastante insultante que hayan tenido que terminar la historia así. Además de que este mismo es su único apoyo y el motivo por el cual pudieron seguir haciendo películas puesto que los cineastas del mundo que no son admiradores no aceptan la baja calidad de las mismas.
Por otro lado, es necesario destacar los aspectos favorables que rescatan la película. Las escenas de batalla de Rey y Kylo son probablemente las mejores de toda la saga, y la relación entre ambos fue algo hermoso, nuevo y necesario en Star Wars, que te deja con ganas de más además de tener el cierre perfecto. La inclusión de detalles de objetos que estuvieron presentes en el multiuniverso de Star Wars (Star Wars Rebels, The Mandalorian y todas las películas antecesoras de la saga) e incluso las voces de algunos actores que participaron del mismo en la escena final (Hayden Christensen, Ewan McGregor, la voz de Ahsoka Tano quien fue la padawan de Anakin en la serie Rebels). Los cameos históricos, entre ellos de John Williams que realizó por última vez el soundtrack para la película y no pudo haber sido mejor. La evolución total del personaje de Kylo Ren/Ben Solo, quedando este como la imagen final de la nueva trilogía, con la espectacular interpretación de Adam Driver; y el cierre de Leia Organa, honrando la memoria de Carrie Fisher y la historia de su personaje.
En cuanto a la trilogía en general, resulta triste la influencia de Disney, siendo la primera película en la que más se nota. Diálogos que dejan mucho que desear, momentos que deberían ser serios y tienen la necesidad de convertirlos en una comedia que claramente no funciona, personajes inconclusos, planos y estereotipados, esa tibieza a la hora de arriesgarse, shippeos innecesarios que ni siquiera se terminan de desarrollar, la influencia del contexto histórico y lo políticamente correcto. Pero, no podemos negar los rasgos a destacar de esta trilogía: la nostalgia en aquellos momentos donde fue bien utilizada, algunos diálogos icónicos, el cierre de los personajes de las películas originales (Luke, Leia, Han Solo aunque sigo considerando que este último fue maltratado y terminaron con su personaje demasiado rápido), el desarrollo de Kylo Ren, el increíble soundtrack que nunca falla y es esencial en Star Wars, la hermosa representación de algunos mundos, nuevas naves, escenarios y especies (aunque este último influenciado por la adorable necesidad de Disney de hacer todo bello y merchandiciable) y algunos momentos cinematográficos que quedarán en la historia como los mejores de toda la saga, entre ellos el desenlace de las ultimas dos películas.
42 años después las aventuras de la familia Skywalker llegaron a su fin, un fin que apenas logra funcionar comparado a su exitoso inicio en 1977, algo que ni la historia ni los fanáticos merecían. Y aunque los cineastas quedaran disgustados con la misma, los fanáticos que odiaron el episodio 8 amaran este final, convirtiéndose probablemente en uno de sus favoritos de la saga.
Ahora solo queda agradecer por este universo hermoso que quedará en la eternidad formando parte de la historia del cine y habiendo marcado un paradigma en el mundo, dejando un legado inigualable.
Solamente gracias, and may the Force be with you, Star Wars.
Por Estefanía Da Fonseca