42 años atrás comenzó una de las franquicias que marcaría la historia del cine, traspasando distintas generaciones para ofrecernos un universo de ciencia ficción que juntaría millones de fanáticos.
Y como en cada conclusión, es muy difícil poder contentar a todos, sobre todo teniendo en cuenta que las opiniones de las críticas y de los fans fueron muy dispares a lo largo de las 8 películas de la saga.
Si bien “El ascenso de Skywalker” nos brinda un entretenimiento de dos horas y media de duración, donde el ritmo no decae en un solo segundo, existen un montón de cuestiones que no permiten que la conclusión de la saga sea la mejor posible.
J. J. Abrams trata de corregir el rumbo del film, luego de las críticas que tuvo la cinta anterior, pero al hacerlo genera nuevos inconvenientes. Ejemplo de ello es la poca profundización de personajes interesantes que aparecieron anteriormente, como es el caso de Rose, una mujer poderosa, que acá tuvo pocas líneas y casi ninguna intervención. También trajeron nuevos personajes a una conclusión que no aportan mucho a la trama y que solo sirven para explicar lo que está sucediendo en la historia.
A pesar de que la revelación final es sorprendente y no avala las teorías más populares de los fans, puede sentirse forzada, ya que en ningún momento tuvimos algún acercamiento a esta idea, sino parece que por impactar al público inventaron una resolución sin mucho sustento.
Además, existen soluciones más pequeñas a distintas tramas que no tienen mucha más lógica que simplemente hacer avanzar la historia.
Obviamente no podemos objetar nada con respecto a los aspectos técnicos del film, porque como bien nos tiene acostumbrado “Star Wars” nos proporciona buenas peleas con sables, persecuciones y explosiones galácticas que nos dejarán boquiabiertos.
Como decíamos anteriormente, es muy difícil poder cerrar una historia de más de 40 años, contentando a todos, pero al tratar de hacerlo “Star Wars: el ascenso de Skywalker” nos deja un sabor agridulce. Nos impacta, nos sorprende y nos entretiene, pero también está llena de personajes poco aprovechados, conexiones incoherentes y resoluciones fáciles. Sin duda nos deja reflexionando y pensando sobre lo que acabamos de ver.