Tengo que hacer una aclaración importante: no soy un fan de Star Wars.
Si disfruté aquellos episodios iniciales (los del medio, obviamente). Vi esas películas en el cine... creo. También en cumpleaños donde la proyectaban en 16mm… hace muchos años en esta misma galaxia, claro.
Y no lo cuento para provocar a nadie, simplemente lo digo para darle un entorno a esto que voy a decir: AMÉ EPISODIO VII
J.J. Abrams, “Yei yei” de ahora en más, hizo un trabajo impecable con la historia, con los personajes, los efectos especiales, la fotografía, redondeó de manera perfecta la tarea de un director una vez más.
Además hizo una película “inclusiva”, buscando el entretenimiento sin defraudar ni a propios ni a extraños.
El elenco presentado es muy sólido. Es imposible no amar a su protagonista absoluta la británica hasta hoy desconocida Daisy Ridley. Sus gestos cuidados, sus miradas y su actuación física es perfecta. También su compañero de aventuras parcial John Boyega cumple muy bien su papel donde además suma toques de humor que suman mucho en la historia.
¿Qué se puede decir de Harrison Ford? Es inevitable aplaudir cuando aparece y luego disfrutar sus gestos y su historia con la saga.
Volviendo a la tarea de yei yei es para aplaudir el trabajo de efectos especiales bastante alejando de lo que eran los episodios más recientes. Y también es notable como dejó sus obsesiones cinematográficas como esos rayos de luz que acá no los vi o esos zoom rápidos en las tomas que no usará más de tres o cuatro veces. Dejó esos sellitos de lado, pero no la calidad que lo caracteriza.
Star Wars Episodio VII es una fiesta del cine de ciencia ficción, de las buenas historias, de las grandes realizaciones. Una fiesta que organizó yei yei y que nos invitó a todos y seguramente la mayoría la pasará muy bien.